miércoles, 18 de octubre de 2017

Unión Europea Bussiness Club

UNIÓN EUROPEA BUSSINESS CLUB

“Jamás sería socio de un club que me admitiera como socio”
Marx, Groucho Marx

A cuenta del procés catalán se está hablando mucho de la UE, ese selecto club de naciones de la península euroasiática. Que si la UE no reconocerá a Catalunya, que si no intervendrá en la política interna de un socio, que si el mundo se acaba en Fisterra y el resto es territorio bárbaro, desconocido, peligroso y hostíl. La UE, esa entelequia creada al albur de las necesidades económicas de los grandes lobbies del metal y el carbón, a la que se vistió con hermosos vestidos de destino universal de todos los europeos. El gran sueño de una Europa unida gracias a la economía, porque lo que jamás unieron las armas, y mira que hubo intentos desde Augusto hasta Hitler, lo puede mantener unido la deuda común. “Poderoso caballero es don Dinero”

La Unión Europea como ejemplo de libertad, de democracia y de libre mercado de bienes y personas. Contrate a un Rumano en origen y explótelo en sus vides, en sus construcciones, a módico precio, sin derechos. Sí, caigo en la demagogia, pero la UE en sí misma es pura demagogia, mentiras y medias verdades para esconder bajo una bandera azul los billetes de 500 que emigran a Suiza, en los confines del Imperio.

Pero si Catalunya ha quitado muchas caretas en la península ibérica, no son pocas las que están cayendo en la empiterna secuestrada por Zeús. Incluso sus defensores más acérrimos, los que mantenían hace solo unas semanas que Europa no permitiría esto o aquello, dudan. El 1 de octubre llegaron rumores de incomodidad desde Bruselas, el 3 ya se habían olvidado. Sobre presos políticos mejor ni hablamos que está Polonia como para criticar a España. Lo importante son las palabras de Junker. Si Catalunya tiene éxito en pocos años podríamos hablar de la Europa de los 90. Y eso no es bueno para el negocio. Que ya lo dijeron Tatcher y Reagan, el Estado es un estorbo en cuanto quiere ejercer control sobre algo más que la Ley y el Orden, así que 90 ni locos.

Europa, ese faro democrático y de los derechos humanos que se consume con el auge del fascismo al que dice, o decía, repudiar, mientras los partidos llamados tradicionales asumen el discurso del odio vestido de europeísmo. Merkel, la faraona de los cuatro mandatos, dice ante el segundo advenimiento de los camisas pardas que está dispuesta a escuchar sus demandas. Macron combatió a Le Pen arrebatándole su discurso. Kurz en Austria les tiende la mano para gobernar en coalición como ya hicieran en 2002, pero, a diferencia de entonces, hoy no se escuchan voces airadas exigiendo sanciones contra Viena. Se asume. La burguesía, el poder, el dinero ha decidido defender sus privilegios con la Ley y el Orden, y en eso siempre se ha demostrado eficaz y eficiente el fascismo. De modo que si se permite un régimen como el Turko en la frontera sudoriental, ¿por qué iba a ser distinto en el sudoccidental?

Dicen que Europa no admitiría a Catalunya en su selecto club. Dicen que fuera hace mucho frío a pesar del cambio climático. También dicen que Rusia tiene cuernos y rabo. Y yo no soy Nostradamus. Pero como dice la cita del gran Julius Henry Marx que encabeza este texto, quizás deberíamos cuestionar un poco más las bondades de pertenecer a un club que admite a España como socio

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