miércoles, 28 de septiembre de 2016

Si sólo votase yo

SI SÓLO VOTASE YO (y los míos)

-         -Si sólo votase yo el sistema político imperante sería la EGOcracia
-         -Si sólo votase yo todas las decisiones serían por consenso
-         -Si sólo votase yo mi razón sería la vuestra
-         -Si sólo votase yo el trabajo sería voluntario
-         -Si sólo votase yo vería al eco en todas vuestras caras
-         -Si sólo votase yo el mundo sería un paraíso
-         -Si sólo votase yo tú no tendrías que pensar
-        - Si sólo votase yo me abstendría
-        - Si sólo votase yo … y los míos … que bien nos iría

Pero no, por desgracia no sólo voto yo, votan millones de personas, aunque no todos y todas las que son, y sólo si están. Así es esta pseudodemocracia. Tampoco gobiernan los que más títulos acumulan, seres superiores que saben de la vida muchísimo más que un/a jornalero, camarera, albañil, fontanera,… de modo que esas mentes privilegiadas no pueden decidir todo cuanto quisieran sobre mi vida de ruin malandrín sin título. Tampoco es una gerontocracia, y aunque sí, cada día somos más los “viejos” no todos pensamos igual, incluso algunas somos capaces de pensar, para sorpresa de esos otros “viejos” que se creen dueños de la mente de la juventud, estudiosa, que si eres Ni-ni tampoco entras en su propuesta.

Y es que se empieza por pensar que eres vanguardia intelectual y se termina creyendo que la dictadura no está mal si sale de la universidad. Y ya está todo inventado. Nada nuevo sale bajo el sol otoñal. El Despotismo Ilustrado ya dejó su legado. Yo, mí, me, conmigo o contra mí. Estoy un poco harto de tanto elitismo vestido de morado. Menos de 45, bien formado, mejor un poco musculado, díganme después que no están alienados, encorsetados en tallajes inhumanos que costaron vida, tiempo, vida al fin y al cabo.


-         -Si sólo votase yo, al fin y al cabo, de Dios o Natura viene mi mandato, si sólo votase yo, les aseguro, que de mí me asustaría. Por eso, yo sí, os quiero a mi lado.

lunes, 26 de septiembre de 2016

victoria del diestro regionalismo

VICTORIA DEL DIESTRO REGIONALISMO

            Pues nada, terminó la enésima fiesta de la democracia de la temporada y quedamos a la espera de un posible remake navideño. Cómo siempre hoy tocarán análisis de todos los colores y yo tampoco me resisto a poner mi grano de arena. Eso sí, fiel a mí mismo, trataré de salirme de los guiones preestablecidos, y de esa manera quiero empezar, cuestionando el dogma; ¡Qué diferentes Galiza y Euskadi! Mayoría absolutísima del PP en la primera, 5ª fuerza en la segunda, pero un denominador común en ambas, la derecha regionalista arrasa. Y aquí van mis 3 claves;

EL PP Y EL PNV COMPARTEN PROGRAMA

            Ya sé que me despellejarán por esto, pero es simplemente constatar una realidad. No creo que nadie ponga en duda que una comparativa de los programas socio-económicos de ambas formaciones tiene más puntos en común que disensos. Los matices, de hecho, suelen tener más que ver con el “negocio” propio (chanchulleos, corrupción…) que con posicionamientos socioeconómicos. Y las grandes disputas (recentralización, hegemonía de la Metrópoli, fascismo galopante…) están mucho más diluidas en el Partido Popular Galego, y no, yo no hago la comparativa entre el PNV y el PP de las “generales” sino con el que gobierna en la Galiza. Y es entre esos, PNV y PPdeG, dónde las diferencias no existen. Y en ambas comunidades, una y otra vez queda clara la mayoría social conservadora. La razón para ello nos dirán que es que en Galiza todavía reina el caciquismo, lo cual nadie podrá negar, pero pruebe a buscarse el futuro en esta CAV sin un carné del PNV entre los dientes… Hasta en eso los parecidos son más que razonables.

PP Y PNV UNIDOS POR EL FOLKLORE

            Obviar que España es un invento que no tiene arraigo social es propio del chauvinismo mesetario, pero es una realidad en toda la periferia de la Metrópoli. En todas y cada una de esas regiones existe un sentimiento mayoritario de pertenencia fuertemente arraigado, galegos, asturianos, vascos, aragoneses, catalanes, valencianos, andaluces… lo son antes que españoles, aunque ello no tenga por qué plasmarse en un movimiento o sentimiento independentista.
            Esa lectura la hizo a la perfección Fraga Iribarne cuando se buscó su retiro dorado en la tierra que le vio nacer. Por supuesto, no esperen del PP galego que remarque “hechos diferenciales” de Galiza con el Estado, pero sí que aprovechen y remarquen las diferencias culturales aunque siempre con un halo folklórico. No apostarán por impulsar el galego, pero nadie, salvo el BNG y Os Irmandiños lo utilizarán tanto. No verán banderas españolas en el diseño de su campaña, Galicia es el objeto-objetivo.
            No hay diferencias con el PNV si lo piensan. Hace tiempo que los JEL no se cuestionan su subyugación al Reino, simplemente, como buen partido regionalista lo obvian, subrayan las diferencias folkloricas pero no buscan puntos de confrontación con el Estado, no vayan a ofenderse. Eso tampoco les diferencia del PRC del Señor Revilla en Cantabria.

TENEMOS PP Y PNV PARA RATO

            Porque incluso en los resultados no hay tanta diferencia como parece. Sí, el PP tiene mayoría absolutísima en Galiza, pero la suma PNV+PP en Euskadi también alcanzaría esa mayoría. ¿Las diferencias dónde están entonces? Pues que por un lado en Galiza no existe un partido de derechas propio y todo ese espectro queda cubierto por el partido estatal. En Galiza, además, el movimiento independentista de izquierdas que podría colocar ante sus contradicciones al PP no logra un arraigo importante, frente al 18% que logra EH Bildu en la CAV, el BNG se queda en un 8%, y el resto, Podemos, PSdeG… al igual que el PSE, son más españolistas que el propio PP de Galiza.

Por el otro, que el PP vasco no ha visto el filón. El PP vasco está anclado en la “resistencia” “Los últimos de la CAV” y así terminarán sino se dan cuenta de que con cuatro cambios estéticos es muy probable que lograsen laminar la hegemonía JELtzale, sobre todo en Bizkaia. Eliminen las banderitas españolas de sus campañas, aprendan euskera de una santa vez, bailen aurreskus ante la Virgen de Begoña, lleven a orgullo ser del Athletic,  y habrán conseguido mimetizarse por completo con el PNV, y entonces, en ese momento, la hegemonía JELtzale caerá. 

viernes, 16 de septiembre de 2016

Abajo el trabajo

¡ABAJO EL TRABAJO!


            Ayer vi el debate de la ETB-2. Allí se encontraban las cinco principales candidatas a la lehendakaritza; desde la casta vasca, representada por el hombre del traje gris de Joaquín Sabina, hasta la izquierda soberanista de Miren Larrion, pasando por uno que se dice liberal y al que no se le conoce empleo privado y cuyo discurso, en general, roza el cristofascismo rancio. Para enmarcar los 4 segundos de gélida mirada cruzada entre este último y la cuarta candidata, la que no es de izquierdas ni de derechas, ni feminista ni machista, la que se define ciudadana del mundo pero nos habla de un marco de convivencia llamado España. (Qué pequeño es el mundo si se reduce a una parte de una península) Y no, no me olvido, 5 eran las candidatas, y allí estaba también el azote del euskera, la representante de un partido democristiano camuflado en siglas socialdemócratas. Y con estos mimbres a hacer un cesto el 25-S.
            A pesar de las enormes distancias que separan a algunas de otras, ayer hubo lugar para desafortunados consensos, analizar los disensos se lo dejaré a mentes más lúcidas que la mía. Posiciones, desgraciadamente, mantenidas por las cinco candidatas. Sí, sí, las cinco elegibles utilizaron una misma mentira argumental para defender sus posiciones, pero no porque se repita un millón de veces una mentira pasará a ser la verdad, aunque puedan convencernos de ello. Y es que todas ellas, en algún u otro momento dijeron aquello de que “los ciudadanos/la ciudadanía (en función de la perspectiva más o menos patriarcal de quien lo decía) lo que quiere es un trabajo” Pues NO, me niego, NO es verdad.
            En primer lugar habría que establecer y explicar las diferencias entre trabajo y empleo, pero eso me daría para otro post, y en todo caso, quien tenga interés sólo tiene que indagar un poco. En segundo lugar, y para mí el verdadero meollo de la cuestión, es que no conozco a nadie para quien su prioridad sea el trabajo. Cuando hablas con los amigos, las amigas, tus padres, y les preguntas qué harían si fueran libres, realmente libres, lo que sale en esas conversaciones es siempre lo mismo; Estar con quienes más quieres, pareja, hijos, familia, amigos… etc. Viajar. Estudiar/aprender/aprehender. Y puede que, a partir de aquí, muchos hablen de que les gustaría ejercer tal o cual trabajo vocacional, o sea, por ejemplo en mi caso me gustaría tener tiempo para dedicarme a la aerografía. Sin embargo, raramente ese trabajo vocacional coincide con el empleo en el que ahogan buena parte de su vida, y aunque coincida, seguramente, y debido a las condiciones laborales/sociales a las que están sometidas, no sea ese empleo su objetivo vital. ¿Qué haría si le tocase la lotería? Dejar el trabajo.
            No, la gente, mayoritariamente, no busca empleo porque lo desee, lo busca porque lo necesita. Porque tal y como está establecida ésta sociedad, sin empleo que te proporcione un salario es imposible que puedas tener ni una parte de lo que realmente deseas. No entender que el empleo digno y de calidad no es un objetivo en sí mismo, sino la base desde la que edificar un mundo más relacional, que anteponga la vida a todo lo demás, nos lleva a apoyar las tesis de la precarización y el empleo miseria. Porque si lo importante es el empleo, sin más consideración, éste se creará con salarios de miseria, con condiciones esclavistas, y nos creeremos aquello de que “el trabajo os hará libres” Porque si lo importante es el empleo nos creeremos que la formación no tiene que estar encaminada a formar personas útiles socialmente, sino productivas. Porque, entonces, asumiremos que toda persona tiene que conocer cinco idiomas para encontrar empleo, aunque todo su deseo, todos sus anhelos sean quedarse en su tierra, con sus personas amadas y vivir.

            No, lo siento, no comulgo con sus ruedas de molino. No soy un número en una cadena de montaje. Soy una persona con una vida efímera que desea vivir y no perderla en jornadas de 12 horas, con un salario de miseria que sólo me permita subsistir, sin conocer a mi compañera, sin ver crecer a mi hijo, sin tomarme una cerveza con mis amigas. El empleo es algo a reducir, a abolir y ese debería ser el objetivo del progreso. Construimos máquinas que sustituyen personas y sin embargo no se reduce la pesada carga del trabajo. No se mejoran las condiciones de bienestar de la mayoría, sólo aumentan los beneficios de unos pocos. No, no me gusta el trabajo.   


lunes, 12 de septiembre de 2016

Margallo; ese gran Hi...mpresentable

MARGALLO; ESE GRAN HI...MPRESENTABLE
            
          Dice el refranero popular que de todo se sale menos de la muerte, y hemos tenido que esperar a este sábado, para, en un mitin del Partido Popular en el País Vasco, enterarnos que no, que lo único que es irreversible en esta vida es la fragmentación de És-paña. (Léase tal cual se escribe) Ha tenido que ser un Ministro del Partido Popular quien defeque en la memoria de las víctimas, esas que nunca tienen empacho en utilizar con fines políticos. Pero, ¿Quién si no? Porque si esa misma frase la pronuncia el Señor Otegi imagínense las consecuencias. Incluso si se me ocurriera a mí, seguramente, aun siendo un nadie, el viaje al nuevo TOP estaría asegurado.
            Dijo el ínclito que un ataque terrorista se supera pero la división de És-paña es irreversible. Así, sin empacho ni nada, y de un plumazo nos dio la razón a todos cuantos hemos defendido que el problema para el Estado nunca fue el cómo sino el qué. De paso mostró su catadura moral que se esconde en un inframundo cercano a las cunetas. Y es que la cabra siempre tira al monte.
            Cada 11 de septiembre, y ante una nueva Diada, habla el Ministro de Exteriores (Reconociendo sin querer su propia derrota) y nos deja alguna perla, aunque esta vez el dueño del can debería recoger la mierda. No obstante, mucho me temo que simplemente nos la tendremos que comer y habrá suficientes palmeros esperando su turno para defenderle, incluso entre los defecados.
            Si algo se puede agradecer al Sr. Margallo ha sido la claridad de su declaración. No importa sobre cuanta sangre tenga que cimentarse la Unión de su España, nunca será suficiente. Desde hace siglos ese ha sido su lema, y así mandaban a pobres y desarropados a morir a Filipinas o Cuba, porque És-paña ya era indivisible entonces, aunque empezó a dividirse mucho antes. Orgullo patrio que ha sido santo y seña de rojo pendón con querencias necrófilas, así Santiago cierra És-paña y el Cid ganaba batallas siendo un cadáver.
            Asco, mucho asco, es lo que deberíamos sentir todas al saber que estos personajes nos gobiernan. Personajes sin corazón ni sentimientos que son capaces de negar un medicamento por razones económicas, y reírse de los muertos en pos de sus objetivos, ya sean del Metro de Valencia, del Alvia en Santiago, o del 11-M en Madrid. En el amor (a la patria) y en la guerra (contra todos) todo vale para esta gentuza.

            És-paña es indivisible como un número primo, y primos, muchos, son los que hay en esa És-paña que elección tras elección les vota y no los bota.

jueves, 1 de septiembre de 2016

el regreso

EL REGRESO

            Dicen que como en casa en ningún sitio, y pueden decir lo que quieran pero yo les aseguro que estaba bastante mejor recorriendo la costa cantábrica en autocaravana que de regreso a la rutina diaria. No es hoy el primer día de laboro de quien escribe, pero sí el primero en el que dispongo de un rato para escribir éste post. Y es que el aterrizaje o alunizaje al día a día no ha podido ser más brusco, y aquí me hallo cual Ted Striker teniendo que soportar a un montón de doctores Rumark. (Si eres lo demasiado joven como para haber visto la película “Aterriza como puedas” enhorabuena, y disfrutalo)
            Septiembre y los lunes, menudo título para un dramón o un grupo de melodías deprimentes. Y si septiembre por si mismo no fuera suficiente, va el Sr. Urkullu, otro que es la alegría de la huerta, y decide poner unas elecciones al Parlamento Vasco después del empacho de “Generales” que aún no sabemos si nos producirá reflujo en Navidad. Y, ale, pues que ya estamos de campaña.
            Cómo en cualquier campaña electoral que se precie en el Estado lo primero e imprescindible que no puede faltar es un ataque a la Democracia en el día de su fiesta, de modo que, la primera en la frente, inhabilitación para el Sr Otegi. La culpa, por supuesto, es del inhabilitado y sus hordas, y si no se lo creen no tienen más que escuchar a los Jeltzales que estos días aprovechan cualquier tribuna, tribuncilla, o silla para gritarlo a los cuatro vientos. No se cabreen en Madrid y el PP haga caso a C´s y se les acabe el chollo. Cuando uno defiende un Sistema Feudal… Floral… digo Foral a capa y espada no está bien visto meterse con el Señor que nos presta la Makila. Pero no me extenderé con ese tema porque bastante información sobre el mismo tenemos a todas horas.
            Mientras tanto en el Circo Máximo de los Diputados continúa el esperpento. Me cuentan por el pinganillo que PP y C´s han firmado un pacto cuya suma es igual a X, siendo X minoría y mayoría un batiburrillo de letras que no se ponen de acuerdo y hacen complicado resolver la ecuación. Ahora me gustaría ver a algún profesor de matemáticas de infausto recuerdo en el encerado intentando resolverla, porque cualquiera de los resultados posibles da error, bien por involución democrática si los pactistas finalmente consiguen llevar a buen puerto el acuerdo con el apoyo de algún indecente, bien porque no lo hacen y la comida familiar de Navidad la tenemos que trasladar al colegio electoral más próximo.

            En fin, éste es el presente y así se lo hemos contado. Después me preguntarán por qué prefiero regodearme en el pasado, en ese tiempo no tan lejano en el que me bañaba en pelotas en una playa nudista, donde, por cierto vino a mi mente un debate sobre centímetros textiles y derechos individuales. ¿Por qué siempre vemos la paja en ojo ajeno y nunca la viga en el nuestro? Por qué no reconocemos que el hecho de bañarnos en bikini, bermudas, y otras prendas, poco tiene que ver con la practicidad y si mucho con la moral que nos exige cubrir nuestras partes “impúdicas”. Y es que si lo reconociésemos así quizás nos diéramos cuenta de que el debate es tan sólo sobre unos centímetros textiles aquí y allá. Que ambos contendientes, por el contrario, están de acuerdo en catalogar como impúdico, incívico y persiguen y sancionan a quienes para el baño y el gozo solar preferimos la desnudez. Debatimos sobre grados de represión, no sobre libertad, porque no a todas nos asisten los mismos derechos, ni siquiera en el gozar playil. Así, si a mí se me ocurriera desvestirme en Samil, raudos y veloces acudirían agentes del Orden y la Ley a cubrirme. Pero, sin embargo, cuando después de tener que recorrer abruptos senderos, en la mayoría de los casos, para acceder a una de las escasas playas catalogadas para nudistas, no será difícil encontrar gentes “textiles” observando “el paisaje” con sus bañadores último modelo cubriendo sus genitales, los mismos por los que yo me he de tragar su moral.