jueves, 30 de marzo de 2017

Voló, voló...

VOLÓ, VOLÓ…

-Si no podemos convencer a los vascos de que son españoles, convertiremos a todos los españoles en vascos- dijo el hombre del traje gris a su sombra de charol- ¿Qué puede salir mal?
Ser vasco no es sinónimo de ser harrijasotzaile, ni de llevar un arma en la faltriquera, ni siquiera todos los vascos han nacido en Euskal Herria, algunos tenemos todos los ascendentes galaico-portugueses. No, ser vasco no es homogéneo. Sin embargo todos los vascos, al menos los que no adoramos a un pollo, sabemos lo que nos ha supuesto serlo. Sospechosos habituales sin ser Benicio del Toro ni Kevin Spacey. Tampoco tenías que ser Josu Ternera, ni Kubati. Así que los que crecimos en Euskal Herria aprendimos con rapidez varias cosas, pero sobre todo una, ninguna persona con uniforme es de fiar.
Nunca nos libró no compartir estrategia con la Izquierda Abertzale, bastaba tener ideologías cercanas, o estéticas cercanas, o cualquier cosa que no te mostrase como un “español de bien”. A veces, bastaba con que la matrícula de tu coche fuera VI-BI-SS-NA. Cómo aquella vez, antes de que Stevie Wonder nos cantase que “si bebes, no conduzcas”, que borrachos quisimos terminar la noche en las fiestas de Xunqueira d´Ambia y dimos mil vueltas al pueblo buscando aparcamiento con nuestro R-12 familiar, y por fin, en una calle atestada encontramos un hueco, y tras mucho maniobrar bajamos del coche. Nos recibieron dos guardia civiles, fusil en mano, y nos invitaron a marcharnos. -100 metros pa´lante, o 100 metros pa´tras pero aquí no se puede aparcar- -Pero señor agente, si tienen coches aparcados delante de la puerta del cuartelillo, y toda la calle está petada, no nos joda- -Te voy a joder si no te montas y sacas el puto coche de aquí- Y nos jodieron la noche, a mí y a un amigo de Ermua. Visita y noche al cuartelillo. Ningún otro coche tenía matrícula de San Sebastián.
Lo mío fue suerte, sin duda. En el 94 varios amigos bajamos a solidarizarnos con la lucha obrera en la Naval de Xixón. Cortes en la N-632, barricadas con neumáticos, carreras, petardos, detenidos, decenas de detenidos, acusaciones de desórdenes y destrucción de mobiliario urbano, yo libré. Todo quedó en sanciones administrativas y multas. En Euskal Herria por quemar un autobús en una huelga general te caían 8 años de cárcel, y alguno no salió de prisión. Pero eran vascos.
En 2009 sabíamos que algo se movía en Euskal Herria, y un grupo de gentes diversas quisimos hacer caso al trovador de Liverpool, al que asesinaron en la puerta de un hotel. -¿Qué podía salir mal?- No hay un camino para la paz, la paz es el camino. Así que nos embarcamos. Todos saldríamos ganando. Y a casi 6 años de que ETA dejase de matar la realidad tozuda nos enfría. Ayer mismo a una joven española la condenaban como si fuera vasca, por unos chistes sobre un genocida, tirano y dictador. Porque está claro que vasca es la disidencia. Lo lamento profundamente. Tiene que llover mucho, porque la plaza sigue muy sucia.

España se está llenando de vascos, de bodalos, de alfons, de titiriteros, de jóvenes de Altsasu, de Iruña. Mientras otros sacan lustre a sus yugos que antes disimulaban, y hoy lucen orgullosos. San Sebastian ya murió acribillado por sus flechas atado a un nogal. Volverán camisas azules de tus aleros sus nidos a colgar… 

lunes, 27 de marzo de 2017

slavering

HAZ SLAVERING

Nos lo están descubriendo los gurús de las modas, y El País nos lo explica por fascículos (que son los lados sombríos del fascio). Hoy ser pobre mola. Quedarte encerrado en casa el fin de semana es señal de clase media, porque si fueras pobre de verdad o no tendrías casa, o estarías explotado sin fin de semana. Que no puedas salir por falta de dinero, porque no te lo puedas permitir es sólo tu opción personal, porque tú eres guay y practicas “nesting” que en inglés mola más.


Pero si el nesting no te parece lo más cool, siempre podrás lanzarte al “friganismo” que no es más que comer de los contenedores con clase. Eso sí, mejor si llevas un corte de pelo años 30 y barba de leñador canadiense no te vayan a confundir con un vulgar mendigo, vagabundo, o sintecho, que lo tuyo es clase.


De trivializar, que no jugar al trivial, para normalizar la pobreza va la cosa. Así es normal que se pongan a la venta camisetas que nos avergonzaban en la juventud. Aquellas provenientes de campañas publicitarias y que inundaban los barrios obreros. Camisetas de marca. Mirinda, Pepsi, Tulipan, Chapuzas Pepe Gotera y Otilio… etc. Es lo más “in” para no quedarse “out”. No nos llegaban las campañas navideñas de “ponga a su mesa un pobre”, ahora nos vomitan que ser pobre mola. Seguimos perdiendo la guerra.
Como privan esos reportajes del “barbero de los sintecho”, del “fotógrafo de los sintecho”, trasmitiendo valores importantes. Pobres sí, pero dignos. Aunque la dignidad nunca la perdieran, en todo caso se la robaron los verdaderamente indignos, esos que llevan trajes italianos con corbata y maletín. Pero contra esos no hay campañas, que está mal visto atacar a hombres blancos “hechos a sí mismos”. Porque hay que recordar que en este mundo capitalista si eres pobre lo eres por elección. Porque no te esfuerzas lo suficiente, ya que si lo hicieras, y lo sabes, tú puedes hacer todo lo que te propongas, puedes llegar a ser Botín, o Amancio Ortega. Y perdemos otra batalla.
Y es que pretendemos defender a las clases populares, a las clases bajas, pero pretendemos hacerlo sin señalar al enemigo. Lástima que Gila ya no esté entre nosotros porque seguramente haría un chiste bélico de esta situación. Intentamos construir parapetos para defendernos del bombardeo sin querer reconocer que nos bombardean y así es imposible.

Para terminar con la pobreza es irremediable que reduzcamos la acumulación de riqueza, pero claro, eso significa decir claramente que “el que es rico, o es ladrón o hijo de ladrón”. Claro que eso está mal visto, así que es mejor asumir que ser esclavo no es tan malo, que la esclavitud es una nueva moda vintage, y las cadenas de hierro atadas a nuestras muñecas y tobillos son complementos “cool” que hacen juego con nuestros harapos. Haz “slavering” ponte a la última. 

jueves, 23 de marzo de 2017

¿Estado civil? Cabreado

¿ESTADO CIVIL? CABREADO
Dice mi compañera que a veces piensa que mi estado natural es mantenerme perennemente cabreado, y yo no puedo desdecirla. Creo que tiene razón. Es despertarme por la mañana, tomar mi café, mi napolitana, leer el periódico y sentir como el cabreo va apoderándose de mi ser de manera irremediable. Tengo que leer el Marca para evitar estos ataques de furia matinales, y así, tal vez llegue a presidente de algún reino norafricano o sudeuropeo. Pero no lo hago, vaya usted a saber el motivo, o si es una patología propia del animal, y  es entonces cuando mi Bruce Banner particular se despierta.
El caso es que hoy empezaba mal la mañana, tos, dolor de garganta y frío, y ha continuado mejorando cuando he visto las noticias. La primera en la frente. Leo que hace un par de días el grandísimo hijo de su madre, Salvador Sostres, pidió que se enseñe a los niños que “los empresarios pagan tu escuela y tu hospital” y concluyó “si no pagamos os morís de hambre”. Y claro, así estamos, muertos de hambre, porque hace años que los empresarios no pagan ni para construir escuelas y hospitales, ni para compensar los millones y millones de dinero público que se inyectan para rescatar sus empresas y bancos. Porque seamos sinceros, que de los más de 2000 millones de € recaudados en Araba el impuesto de sociedades supongan apenas 180, no parece que justifique las frases de este impresentable. Añadamos a esto otro dato, 1 de cada 3 € que se deberían recaudar de las empresas se defrauda. No, miento, 1 de cada 3 € SABEMOS que se defraudan, pero el fraude parece ser aún mayor y no tener límite.

Sin embargo, tenéis razón, ¡qué oxtias hago leyendo y escuchando a ese personajillo, vocero altisonante y mononeuronal! Así que continúo leyendo el periódico y, venga, va, titular, Lanbide va a implantar la huella digital para sus trabajadores/as, para los demandantes de empleo y, sobre todo, para controlar a los demandantes de la RGI. O sea, que tiene razón la Diputada Cristina González del PSE, no es que el PNV y el PSE hayan aceptado el discurso racista y xenófobo de Maroto y el PP, es que han ido más allá, criminalizando también a los parados y a los propios trabajadores de Lanbide. ¡Vamos que nos vamos!


Y ya estoy suficientemente cabreado para encarar el día con actitud positiva, brilla el sol, y cantan los pajaritos… 

lunes, 20 de marzo de 2017

Prohibir las misas

PROHIBIR LAS MISAS

La que se ha liado por decir que no deberían retrasmitirse misas en la televisión pública. Y yo que quería ir más allá. Pues nada, aquí os dejo un diálogo presente en una novela que jamás verá la luz y que creo que puede ser interesante para ver por qué no podemos respetar, como ellos quieren, a quien se declara religioso.

Jon Salazar; Nadie puede acabar con las creencias, con la fe de otras personas. Tampoco se puede terminar con el amigo invisible de tu hijo. No, no se trata de terminar con las creencias y las fantasías. Dios por sí mismo no es malo, como no es malo ningún amigo invisible. Puede ser un apoyo para afrontar la vida. Creer que hay alguien que vela por nosotros. Alguien a quien contarle nuestros problemas. Incluso he de reconocer que, ahora que tengo a la Parca tan cerca, envidio en cierto modo a quienes creen que les espera algo después. El problema no está en las creencias personales e individuales. El problema radica en que confundimos esas creencias con la religión y lo que implica. El problema está cuando esa religión no se conforma con normativizar a sus creyentes sino que todas, todas las religiones, aspiran a convertir a toda la humanidad y hacer un mundo a imagen y semejanza de sus creencias. Eso es hacer política, eso es inmiscuirse en la vida pública. Ahí reside el conflicto, ninguna religión se circunscribe al ámbito privado.
Dice usted que la religión, al menos la cristiana, ha perdido poder. ¡Y menos mal! Diría yo. Pero lo que antes hacía sin reparos, ahora es más sibilino. Aunque cabe recordar que la cabeza de este Imperio, los EEUU, mantienen como lema “In God we trust”
Pero sí, es cierto que en la actualidad no existen estados teocráticos cristianos, o al menos no entre los de las potencias occidentales. Sin embargo, la religión sigue gobernándolo todo, aunque, allí donde ya no pueden imponer, lo sigan haciendo bajo la máscara de la defensa de sus derechos. La libertad de culto se convierte, por arte de magia, en imposición religiosa.
Todo se reduce al comienzo de ésta charla, cuando yo le decía que estamos tan imbuidos por el cristianismo que no somos conscientes de ello. No somos conscientes de que nuestro calendario es una imposición religosa. No nos damos cuenta de que, en realidad, cuando prohibimos el nudismo en una playa por respeto hacia quienes lo ven como un acto pecaminoso, de facto, estamos claudicando en favor de la moral cristiana frente al derecho y la libertad individual y colectiva. Por no hablar de cómo se legisla en contra de los derechos de las mujeres sobre sus propios cuerpos, o cómo se obstaculiza y se niega el derecho a ser seres humanos iguales a quien no entra en la norma heterosexual y patriarcal.

Periodista; Aun aceptando lo que dice, no cree que comete un error al equiparar a todas las religiones. No cree que existe una diferencia sustancial entre los países de tradición cristiana y los estados musulmanes, por ejemplo. No cree que gozamos de mayor libertad en los primeros.

Jon Salazar; Mire, la primera derrota de la sociedad ante el poder, sea éste religioso, político o militar ha sido perder el lenguaje. Me pregunta si gozamos de mayor libertad. ¿En serio se puede graduar la libertad? Mayor, menor grado de libertad. No, me niego. La libertad es el estado natural de cualquier ser. O se es libre o se está preso. Y no, no creo que vivamos en una sociedad libre, quizás a nosotros nos dejen salir al patio, y otros vivan toda su vida confinados y en aislamiento, pero eso no nos hace menos reos. Y mientras no exista un solo hombre, una sola mujer libre de verdad, la propia libertad será una quimera.

Necesitamos desnudarnos y librarnos de todas las cadenas que nos atan para volver a ser seres humanos, para volver a entender el sentido de la libertad, si es que en algún momento hemos conocido su significado. Y para ello, uno de los primeros pasos es librarnos de las religiones, que no de las creencias. La religión, como organización social, es un cáncer a extirpar. Y ahí entra la necesidad de acabar con los centros de culto colectivo, porque es ahí desde donde se crea una conciencia colectiva y coercitiva. Es simple cuestión de supervivencia.

jueves, 16 de marzo de 2017

Razones para un sí

RAZONES PARA UN SÍ

Hace un par de días me enteré de que soy un ser alienado y secuestrado por el sindicato ELA. La comunicación la hizo efectiva un jauntxo (señorito) de renombre, explicando los porqués que han llevado al PNV a acordar el presupuesto del Gobierno Vasco con el PP. ¡Y saltó la sorpresa en la Condomina! La razón para que el partido de la derecha vasca vote con la extrema derecha estatal es que el mayor sindicato de Hego Euskal Herria tiene secuestrado al segundo partido de la CAPV. Marx, Karl no, Groucho, estaría orgulloso. Nos lo dice un JELtzale (para los castellano parlantes la traducción viene a ser; seguidor de Dios y las leyes viejunas) así que palabra de vasco, no hay nada más que añadir. Sin embargo, yo no soy de callarme mucho así que voy a responder al Señor Ortuzar y a los medios de comunicación que alegremente se están lanzando a avalar esa tesis.
Lo primero que resulta curioso es que el PNV se avergüence tanto de su acuerdo que decida cargar contra los que dicen que no a su acuerdo en lugar de vender las hipotéticas bondades de su sí. Y es por eso que yo no voy a defender la decisión de EH Bildu, si no que me voy a centrar en las razones que llevan a los JELtzales a pactar con los dos partidos con menor representación en la cámara de Gasteiz.
El complejo caciquil; ese que les hace preferir siempre tener a su lado al rival más débil posible porque saben que son más fáciles de ningunear. Ladra perro, toma hueso. En eso se resumen los acuerdos de gobierno con el PSE en toda la CAPV. Tú me apoyas, yo coloco a unos cuantos de los tuyos. En esta legislatura, tal es la debilidad de su socio, se han permitido hasta humillarlos. –Toma la consejería de empleo, pero sin Lanbide, no vayas a creer que puedes hacer algo- ¿Ideología? La mía.
El negocio ante todo; Lo dijo Soraya Saenz de Santamaría “A Urkullu lo que le interesa es a quién se adjudican las obras del TAV”. Si hay que pactar con Belcebú, se pacta. Tú me apoyas en Gasteiz, yo mando la estiba a freír espárragos.
¿Política Social? No, gracias. Que somos liberales y no nos gustan los pobres. Así que si hay que echarse en brazos del discurso racista de Maroto y sus secuaces, pues se hace. Torcemos un poco el gesto y le damos su caramelo a la xenofobia. Recortamos la RGI un 8% y le prometemos endurecer el acceso. Si total, con el alcalde de Sestao ya se nos han visto las costuras.
Mis amigos los empresarios. Si a EH Bildu lo tiene secuestrado ELA, al PNV lo mantiene en un SPA eterno la patronal, de modo que no le mentéis la bicha. No habléis de una fiscalidad más justa, que lo de cobrar más al que más tiene es populismo. ¿Reforma fiscal? Sí, claro, el Gobierno Vasco tiene un problema de ingresos, pero tenemos que reducir los impuestos a las empresas que nos lo exige CONFEBASK, de modo que de reformar algo hablemos del IRPF, y pactemos con el PP a ver si sacamos algo del IVA e impuestos especiales regulados en Madrid. Cobremos más a la mayoría y repartamos así la carga del fraude de las empresas.
¿Independencia? Al fondo a la derecha, un domingo de abril en las campas de Foronda, que queda muy lucido y folklorico, para todo lo demás Nación Floral, soberanía compartida, y pactos con Madrid, que nos imponen sus leyes que nosotros votamos alegres y contentos y que cuando podemos derogar nos olvidamos. Qué malos los españoles que nos obligan a recortar a los funcionarios, pero cuando el Estado suelta levemente la soga, Euskadi es la última en recuperar lo recortado.


Con todo esto el Señor Ortuzar haría bien en explicar los supuestos beneficios de su acuerdo con el partido más corrupto de Europa, con la ultra derecha más poderosa de Europa, en lugar de echar balones a la grada. Que se tome la molestia de explicarnos que implicación va a tener este anillo forjado entre Génova y Sabin Etxea; Un Anillo para gobernarnos a todos. Un Anillo para encontrarlos. Un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas

martes, 14 de marzo de 2017

de terrorismo e inhabilitaciones

DE TERRORISMO E INHABILITACIONES

“En democracia y en ausencia de violencia se podrá hablar de todo” seguro que les suena, sobre todo si vivís en algún punto entre el Ebro y el Bidasoa, e incluso más allá de los Pirineos. Sin embargo, no sé por qué será que de un tiempo a esta parte, tengo la sensación de que todas valemos más por lo que callamos que por lo que expresamos. De un tiempo a esta parte, en ausencia de violencia, más allá de la estatal que esa nunca descansa, se multiplican por “n” los casos de chistes, canciones, expresiones y opiniones publicadas en décadas anteriores y que hoy serían invitación directa a la Audiencia Nacional. Hemos pasado del “todo es ETA” al todo es terrorismo. Miedo, represión.

La noche de ayer la finalicé con sensación de deja vu infinito. Por un lado se comunicó la sentencia del referéndum que no fue. Dos años de inhabilitación por poner urnas para que el pueblo pudiera decidir. Aunque lo que nos venden los medios oficiales sea que la inhabilitación proviene por incumplir la Ley, en concreto, por no acatar la decisión del Tribunal Constitucional. No perderé mucho tiempo ni desgastaré mucho teclado con el tema, simplemente, y como repito habitualmente, equiparar democracia a imperio de la Ley no es democracia, sino dictadura. Como decía Cornellio Tácito “cuanto más corrupto es un gobierno, más leyes tiene” Y Ley tampoco es sinónimo de justicia, baste recordar que la esclavitud, el apartheid, el holocausto… eran legales.

Por otro, volvimos a tragar como a tres jóvenes vascos se les acusa directamente de terrorismo tras las cargas y enfrentamientos en Iruñea del sábado. No puedo entrar a valorar las razones de esos enfrentamientos, no puedo valorar la utilización de la violencia, ni represiva, ni defensiva, ni ofensiva, ni de ningún tipo. Y no puedo hacerlo porque corro el riesgo de terminar como esos tres jóvenes, sentado en un banquillo en la Audiencia Nacional, tal vez imputado por enaltecimiento de no se sabe bien qué. “En democracia y en ausencia de violencia se podrá hablar de todo” Está claro que no podemos hablar de todo, y la duda es si estamos en democracia, o si el problema es que sigue existiendo la violencia, aunque dudas tengo pocas.


Sí, estaría bien poder hablar de estrategias, de realidades, de luchas, de confrontaciones. Pero claro, qué esperar de un Estado que prohíbe, persigue y juzga a responsables políticos por querer dar la voz al pueblo, mientras Escocia camina hacia su segundo referéndum en un quinquenio. Claro que eso es en “la pérfida Albión”. Manda … que tengamos que envidiar algo de las islas de su graciosa majestad. Sin embargo, hay una apreciación que no puedo evitar hacer, y está muy relacionado con mi anterior post ruptura o reforma ¿Tiene sentido una estrategia en la que el más cómodo es el enemigo, y convierte en enemigos a los más cercanos?  

jueves, 9 de marzo de 2017

ruptura o reforma

RUPTURA O REFORMA
Reconócelo, no tengas vergüenza, si eres una de las centenas de personas que leen este blog seguramente hayas visto varias veces el video de Evaristo entrevistado en la ETB en el que hablaba de que hubo un momento en la Transición que tuvimos que elegir (los que vivían y tenían ya una determinada edad) entre ruptura y reforma. De hecho, de un tiempo a esta parte, pareciera que en suelo peninsular esta dicotomía se refiera en exclusividad a ese periodo de transición modélica que lo mantuvo todo igual con el cambio de nombre de cuatro calles en algunos pueblos y ciudades. “Se optó por la reforma y ahí tienes, 40 años de franquismo más que te has comido” Evaristo dixit.


Sin embargo mi intención es ir más allá, hacia la eterna disputa entre reformistas y revolucionarios. Aprovechando que en Euskal Herria una importante parte de la población lleva más de 6 años imbuida en este debate, dando pasos hacia algún sitio que no tenemos muy claro, voy a dar mi opinión sin que nadie me la pida, porque si espero sentado es probable que termine con llagas en los glúteos.  
Como previa tengo que confesar que provengo, o empecé mi militancia en el movimiento revolucionario, más en concreto en el anarquismo anti-represivo y abolicionista de las prisiones, y que este post puede herir sensibilidades. ¡Déjalo aquí, si continúas leyendo es tu responsabilidad!
La idea básica de cualquier movimiento revolucionario es que el sistema dominante no va a caer por sí mismo, ni es posible su reforma más allá de cambios estéticos, y que por tanto, ha de ser la sociedad organizada la que lo tumbe y establezca un modelo radicalmente diferente. “…No tenemos miedo a las cenizas, los obreros hemos construido las obras del mundo y podemos volver a hacerlo…” B. Durruti. Funcionó, con mayor o menor éxito, a finales del XIX y primera mitad del XX (de Europa hablo). Sin embargo, para que un proceso revolucionario enraíce se necesitan dos ingredientes fundamentales; una sociedad concienciada y organizada, y una constante práctica o gimnasia revolucionaria.
El éxito de las políticas reformistas en la segunda mitad del siglo XX, el llamado capitalismo de rostro amable, que pretendía hacer de contrapunto al bloque comunista, supuso la desmovilización mayoritaria. Al tiempo que la práctica revolucionaria quedaba relegada a los márgenes de la sociedad. Y aquí un inciso. La práctica revolucionaria no es sólo la preparación y/o la lucha, o el mantenimiento de una tensión constante en las calles, tal y cómo parece querer limitar muchos movimientos actuales que se ponen el sello de revolucionarios. La gimnasia revolucionaria es, sobre todo, la capacidad social de crear economías alternativas y funcionales, de crear modelos autogestionados, sistemas de producción integrales… etc. Demostrar con la práctica que aquello que defendemos no es utopía sino que se puede palpar.
Los autoproclamados revolucionarios actuales, o al menos la mayoría, están tan pendientes de mantener esa supuesta pureza revolucionaria que prefieren mantenerse en esos márgenes antes de compartir lucha con procesos reformistas cercanos. Sin embargo, esa “pureza” provoca que sus acciones no sean socializadas, que no permeen en la sociedad, y por lo tanto, hace imposible la propia revolución. Así terminas con la sensación de pasarte la vida golpeando tu cabeza contra un muro inamovible.
Es necesario, por tanto, una búsqueda constante de complicidades con procesos reformistas cercanos a las ideas más rupturistas, algo que en Euskal Herria siempre ha existido. Es imprescindible generar espacios que faciliten la irrupción de esas prácticas revolucionarias, que, utilizando las propias herramientas del enemigo, las protejan hasta que estas maduren.
Un ejemplo. No se trata de llegar al gobierno ficticio de una democracia burguesa y legislar para dar marchamo de legalidad a la okupación, ya que esto no solucionaría el conflicto de la visión contrapuesta de la vivienda como propiedad-derecho y limitaría la percepción revolucionaria de estas acciones al establecerse dentro del sistema. Pero sí es importante que no sean reprimidas.

No nos engañemos, los procesos revolucionarios, o las políticas revolucionarias tuvieron más desarrollo en la II República, que durante la dictadura de Primo de Rivera. No podemos pues, defender la idea de que “cuanto peor, mejor”. En una situación como la actual es imprescindible impulsar la gimnasia y práctica revolucionaria, al tiempo que se abona, desde las instituciones, el terreno para que estas arraiguen. Dicho de otra forma, es improbable llevar el sistema al punto de ruptura si previamente no lo hemos tensado al máximo.

martes, 7 de marzo de 2017

¿España? Depende

¿ESPAÑA? DEPENDE

Juro que, cuando era pequeño, alguien se acercó a mí y me dijo que mi libertad terminaba donde empezaba la de los demás. Desde entonces me he topado con un problema que va “in crescendo” y es que la libertad de los demás se está ampliando tanto que uno ya no puede ni respirar sin coartarla. A lo anterior hay que añadir que, de un tiempo a esta parte, una enfermedad degenerativa de proporciones bíblicas está convirtiendo nuestra piel en papel de fumar, y ya, hasta las palabras nos producen profundas cicatrices. Así está el percal. No me imagino ser humorista, aunque quizás sea simplemente porque me falta humor.
En otra clase de sabiduría extemporánea, otra persona a la que guardo gran cariño me explicó que no debía guardarme de las críticas y las puyas, sino hacerlas mías y entenderlas, porque la mayoría guardan en su interior una revelación que bien digerida nos hará mejores. Toda crítica, burla y chanza se basa en una realidad, y si no buscamos y reconocemos ese error nunca acabaremos con la guasa. Hoy se ha demostrado absurda la lección, siempre hay fórmula para librarnos del sarcasmo y la ironía, incluidos los tribunales de excepción.
De este modo avanzamos hacia una sociedad en blanco y negro emitida en riguroso directo por HD y sonido Dolby envolvente. Ofensores y ofendidos en carrera desigual, donde el elefante se queja del dolor que le produce en la planta de su pata la hormiga a la que aplasta. Y desde luego, la culpa, si la hubiere, siempre será del otro, quien por maldad me ataca.
Así que españoles varios se quejan del humor cuestionable de un programa en un idioma que no entienden. Y gritan que les insultan porque alguien les ha llamado catetos, y no, no lo son, no la mayoría. Pero no me nieguen que tener un Presidente del Gobierno que dice que “Esto no es como el agua que cae del cielo y nadie sabe exactamente por qué” o una exministra de cultura y adalid de las dobles filas en los carril-bici  que cuando le preguntaron sobre el Nobel a Saramago se reconoció admiradora de la brillante ESCRITORA portuguesa, ayuda a reforzar esa idea. Y les votan 8 millones, no lo olviden. 8 millones que defienden que un Ministro del Interior condecore vírgenes, en un dechado de modernidad sin precedentes. 8 millones de españoles que mantienen a quienes dicen que Franco fue socialista, o que el franquismo fue una época de extraordinaria placidez.

Yo por mi parte sigo declarando que no creo que los españoles, no la mayoría al menos, sean catetos, meapilas, fachas, o chonis, colectivo este último que tiene mi admiración por ser el único que no parece haberse sentido ofendido. Pero sí creo que hay una diferencia en el peso de los catetos, meapilas y fachas en la sociedad allende el Ebro y sobre todo en la cultura mesetaria peninsular. Eso sí, yo cuento con la ventaja de la experiencia genética. La suerte de que mis ancestros sean galaico portugueses. Ese gran orgullo de saber que ante una pregunta incómoda como ¿Qué piensa usted de los españoles?  Siempre podré responder con un sonoro “DEPENDE”.

miércoles, 1 de marzo de 2017

El derecho al rebuzno

EL DERECHO AL REBUZNO

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No existe, en castellano cervantino, otro animal con mayor número de nombres que lo definan que el asno; asno, borrico, rucio, jumento, pollino… y aún más son las acepciones y sinónimos de este mamífero cuando lo utilizamos para definir a ciertas personas; torpe, necio, ignorante, inculto, rudo, adoquín, tonto, imbécil, idiota, zote, zopenco, zoquete… Sea quizás que el asno no se revuelve y no puede sentirse insultado, porque sin duda pecamos de ofensa al comparar al animal con esas personas. Pero es tal la impronta del pollino que incluso un pueblo peninsular lo utiliza como insignia, aunque se me ocurran otros que lo llevarían a mayor deshonra del jumento.
Tienen por costumbre los rucios rebuznar cuando no toca, pero cualquiera que haya conocido a uno sabrá de lo improbable que será convencerle de que no lo haga, exista o no depredador a la vista. De la misma forma, los incontinentes verbales, los necios, y sobre todo, los que carecen de razón certera, abren la boca más de lo deseable. Pero no es éste, fundamento válido para prohibir el uso de la palabra, aunque deseemos, a veces, vivir en un vagón del silencio.

Viene todo esto a cuenta del autobús naranja de marras, sí, el de Hazte Oír, y la polvareda que ha levantado. Nos guste o no, en estos momentos los diseñadores de la campaña se están frotando las manos porque hasta un sinsustancia como yo les dedico un post. Objetivo conseguido. Pero además de la victoria buscada, colateralmente han logrado otra aún más importante, mostrarse cómo víctimas de la intransigencia de los otros  ante su parroquia. Se agarran a la libertad de expresión aunque nadie les ha pedido cárcel, quizás por tener un autobús y no una cuenta de Twitter. Y en mi modesta opinión, hemos vuelto a salir derrotadas.

El autobús es una respuesta a la campaña de Chrysallis que buscaba abrir el debate social sobre una realidad oculta. Una realidad que se ha tratado de enmascarar, de cubrir históricamente. Hasta ayer, la transexualidad era considerada una patología y se bombardeaba a la sociedad con esa “verdad”. Han sido décadas de luchas, de discusiones, de discursos, los que han logrado que se avance en el reconocimiento de la diversidad, pero no nos podemos engañar, falta mucho para que ese reconocimiento arraigue realmente en la sociedad. Hace falta profundizar en el debate, hacérselo llegar a todas las personas. La propia asociación Chrysallis así lo afirmaba con su acertada campaña, y Hazte Oír ha recogido el guante. Desde el extremo más reaccionario, desde las posiciones más retrógradas, y por eso mismo no deberíamos temerles, porque la razón es nuestra. ¿Quieren discutir? Pues discutamos. Poseemos los argumentos. Venceremos. Pero tratar de evitar que rebuznen es una tarea imposible.


El autobús naranja no es una novedad, no han inventado nada. Ayer cuando vi las primeras imágenes no pude evitar sonreír, me acordé de otra campaña con autobuses en la City londinense de hace unos años. En aquel momento una asociación ultracatólica había colocado una campaña en los autobuses que decía “Cuando venga el Hijo del hombre ¿Encontrará fe sobre la tierra? (Lucas 18:8)” y se dirigía a una página web con contenidos religiosos en los que explícitamente se amenazaba a otros ciudadanos por sus convicciones personales. Ante esa campaña se respondió desde colectivo ateos con otra similar en la que se decía “Probablemente no hay Dios, deja de preocuparte y disfruta la vida” Cada uno podrá hacer su propia valoración, pero aquellos autobuses ateos pusieron en el centro del debate la necesidad de estados laicos, ¿Hubiera ocurrido lo mismo si los ateos ingleses se hubieran limitado a exigir la retirada de la campaña ultracatólica?