lunes, 27 de febrero de 2017

La semana fantástica del TOP franquista

LA SEMANA FANTÁSTICA DEL TOP FRANQUISTA

Por si alguna de las personas que lee mis post no lo sabe, desde mayo de 2011 estoy en un paréntesis laboral. Son ya 6 años dedicados a esto de la política en un Parlamento Foral. Muchas son las anécdotas vividas, las experiencias que voy acumulando. De todo hay, positivas, negativas, sorprendentes, irrisorias. Y a cada paso una certeza; tenía razón, las instituciones jamás serán la solución para el pueblo, aunque, mientras no seamos capaces de asaltar los cielos, tendremos que conformarnos con hacer camino en su campo de juego.

Sin embargo, hay momentos, muchos, demasiados, en los que la frustración hace acto de presencia. Es desesperante escuchar conceptos como “Estado de Derecho”, “Democracia”, “Justicia” y tantos otros, pervertidos y prostituidos por quienes defienden cualquier cosa menos eso. Es doloroso ver como ciertos partidos se arrogan ser los mayores defensores de estas ideas mientras nos mantienen en un Estado Policial continuista del franquismo. Y aún es más doloroso ver cómo, quienes decían venir a subvertirlo todo, miden tanto sus pasos que no avanzan, y retroceden y se achantan cuando les atacan. Y así estamos.

Febrero de 2017 está resultando un mes resumen, el mes más breve del año nos podría servir para realizar una radiografía de la realidad de un Estado que nunca ha dejado el totalitarismo. España es una democracia fracasada o un fascismo triunfante, cada uno que lo defina como desee, pero desde luego no es, ni ha sido, ni parece que vaya a ser un Estado de Derecho. Un Estado que ni siquiera respeta sus propias leyes no puede definirse así. Y sí, hablo de las políticas de excepción usada con los presos independentistas vascos, pero también gallegos y, de un tiempo a esta parte, extendida a toda disidencia.

Presos gravemente enfermos que continúan en prisión contra toda Ley y lógica. Presos que han cumplido ¾ partes de la condena y que no tienen beneficio penitenciario alguno. Presos alejados de sus familias cientos, miles de kilómetros. Abogadas que pasan 3 años en aislamiento a la espera de un juicio que aún no se ha celebrado y a la que se acusa de defender a militantes de ETA, poniendo en la diana el derecho de defensa.

Poco a poco, vamos aceptando que estas políticas de excepción se extiendan. Nadie está libre. Sindicalistas vascos o andaluces. Raperos que pasan como un goteo por la Audiencia Nacional, el Tribunal de Orden Público franquista que sólo ha maquillado el nombre. 3 años y medio de cárcel por una canción que describe al Rey Emérito. Jóvenes de Altsasu acusados de terrorismo por una bronca en un bar de la que no se cuenta nada o poco. Políticos catalanes acusados de poner urnas. Y así vamos sobreviviendo, esperando que la próxima redada no nos esperen a nosotras, ésta semana que pasan por el TOP siete personas por escribir en Twitter chistes y opiniones. Y este es su Estado de Derecho, mientras princesas con sus sapos esquían tranquilas.


Pero no nos engañemos, “el opresor no sería tan fuerte si no tuviera aliados entre los oprimidos” No podemos señalar sólo a quien ejerce el poder, sino a todas las personas que le prestan su apoyo y los mantienen en él. Ya sean 8 millones de votos, ya sean con silencios cómplices. No tenemos tiempo ni para dudar. Ya nadie está libre de pecado. La policía del pensamiento ya está aquí y la autocensura es realidad. ¿Frustrado? Sí, y un poco asqueado, porque los parlamentos no dan para más, y las calles están calmas.

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