martes, 24 de septiembre de 2013

Yo fui adoctrinado


YO FUI ADOCTRINADO

            Adoctrinar:. tr. Enseñar o educar a alguien en una doctrina, inculcándole determinadas ideas o creencias.

            Anda que no se ha montado revuelo ni nada, con el asunto de la cadena humana en la Diáda. Que si las mayorías silenciosas, que si figurantes de cartón, que si vacas volando... todo le vale a la derechona española para desvirtuar, y negar la existencia de una mayoría social en Catalunya que se define independentista y que no encuentra encaje en el seno de un Estado corrupto, heredero del único Estado Fascista europeo que siguió en pie tras la II guerra mundial. Un Estado con grandes lagunas democráticas paridas por la Ley de Amnistia o amnesia. Un Estado, en definitiva, preso de su decadencia infinita.

            Sin embargo hoy me voy a centrar en una de las estupideces mayores que hemos podido escuchar a los voceros preferidos del Régimen sobre la marea humana por la independencia del pasado 11 de septiembre; “la izquierda y el nacionalismo adoctrinan a los niños.” Y lo dicen sin ningún empacho, bien por que en dicha cadena había infantes, bien por la participación en huelgas, o en manifestaciones. Pues bién, tienen razón, los padres adoctrinan a sus hijos. Cierto, y esto es así desde que la humanidad existe. Yo mismo soy un niño adoctrinado, aunque eso sí, salí algo protestón y respondón.

            De mi tierna infancia recuerdo nuestras visitas dominicales a un edificio tétrico, oscuro, frío y soez, en el que un tipo, vestido con blancas túnicas nos hablaba del pecado, de la perdición, de la moral, del cielo y el infierno. Recuerdo las catequésis, ir a una sala donde nos reuníamos una docena o más de infantes para estudiar el Catecismo, donde se nos inculcaban los dogmas y doctrinas de la fe Cristiana. Cierto es que a día de hoy el que escribe se declara Ateo convencido, pero no porque no intentasen adoctrinarme.

            Qué decir de la escuela, aquella que por suerte poco vi, en la que se nos separaba por sexos, en la que se empezaban a retirar los cuadros de Franco por los de su heredero Borbón. Aquella que nos enseñó que España fue “reconquistada” obviando que una permanencia de VIII siglos no es una ocupación, obviando, que los reinos anteriores fueron una ocupación germanica, o que anteriormente fueron los Romanos quienes crearon Hispania, Lusitania, y Betica como tres provincias romanas. Escuela que obviaba la realidad del resto de pueblos que poblaron y pueblan la Peninsula. Conocimos la historia de carrerilla de todos y cada uno de los reyes castellanos, pero apenas una reseña para la Corona de Aragón. Aquellos eran nuestros libros de historia, desde luego sin intención adoctrinadora.

            Pero, claro, que podemos esperar de aquellos que defienden Una España, Una Bandera, Un destino y acusan al resto de nacionalistas trasnochados mientras ellos son adalides de la libertad de los pueblos. ¡¡Váyanse a la mierda!!

            Yo fui un niño adoctrinado, claro que sí, y ahora soy un adulto cabreado, con capacidad limitada de análisis. Y mis padres me adoctrinaron, el colegio me adoctrinó, la Iglesia siguió adoctrinandome, y la prensa me adoctrina día a día, y lo mismo le ocurrirá a mis hijos e hijas. ¡¡No sean hipócritas!! Si ustedes, Gobierno, Empresarios, burgueses y otras calañas similares, no temen el adoctrinamiento, eso ya lo dominan. Lo que ustedes temen de verdad es la capacidad de análisis crítico y por ello aplauden con las orejas la uniformización y centralización de Marianico y su equipo.

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