martes, 1 de octubre de 2013

give peace a chance


GIVE PEACE A CHANCE

            Escribo hoy desde las entrañas, con resentimiento, con desesperanza. Soy consciente de que en estos momentos, con la sangre aún hirviendo en mi interior escribir es un arte de escapismo en un campo minado de errores, de equívocos. Sin embargo hoy no me puedo callar, al igual que creo que nadie con un mínimo sentido de la honestidad y la justicia en su interior debería poder guardar silencio. Hoy necesito gritar al viento que ¡Ya vale! Aski da!

            Hoy más que nunca me acuerdo de la ilusión con la que estuve sentado en los cines de Gernika aquel 25 de Septiembre de 2010. La firma de aquel acuerdo suponía un antes y un después. Una apuesta decidida por la paz, donde diversas organizaciones políticas, sindicales y sociales, decidieron dar un paso para  recorrer caminos difíciles. Veníamos, y venimos de diferentes culturas políticas, pero decidimos apartar lo que nos separa para fijarnos en lo que nos une.

            Desde entonces han pasado 3 años. ETA no asesina desde hace más de 4. No ha habido en este tiempo, siquiera una contestación social al estilo que podemos ver en las noticias en el resto del Estado. La mal llamada Kale Borroka ha desaparecido. Sin embargo, ni un solo paso ha dado el Estado español. Todo esto es matizable, seguro que sí, y en matices son expertos los jeltzales, y la teórica izquierda estatal que pasan de puntillas intentando evitar ante todo tener que retratarse en Euskal Herria. Pero muy a su pesar la realidad les retrata.

            Repito que yo no soy quien para hacer una análisis sesudo sobre la situación, seguro que se me escapan miles de variables, pero sí que puedo hablar desde el corazón, y desde ahí ningún encorbatado tertuliano en Madrid, Sevilla o donde quiera que les pariera su madre me va a dar lecciones. Yo lo vivo día a día, como vivía los duros momentos anteriores, con muertes, violencia, amenazas... Yo lo he vivido, vosotr@s desde Madrid lo habéis leído, no me queráis dar lecciones.

            Ayer, 30 de septiembre, mientras el Gobierno presentaba sus presupuestos, la Benemérita, ese cuerpo anacrónico herencia de otras épocas, detenía a 18 personas en toda Euskal Herria, acusados de... ¿de qué? A día de hoy todavía no está claro. Lo que es cierto es que inmediatamente salieron los voceros de Madrid con champán a decir no se qué de golpe importante a ETA, a decir que no habrá negociación. Pero por Dios, negociar debería ser la base de una democracia y aquí se jactan de no querer negociar. ¿A qué cojones juegan? Los y las que vivimos en Euskal Herria queremos paz, y para ello hay que renunciar a muchas cosas, y estamos dispuestos. Algunos más que otros, pero la gran mayoría en buena medida.

            ¿Cuanto nos acerca a la paz, Sr. Rajoy, las detenciones de ayer? Hable con sus propios compañeros de partido en EH, quizás más de uno le pueda explicar los sentimientos encontrados que tuvieron que sufrir ayer, y que a buen seguro seguirán sintiendo hoy. Aunque lo nieguen Usted y su camarilla de palmeros en estos años se ha avanzado mucho en la normalización y convivencia en Euskal Herria, a pesar de ustedes me temo, que se empeñan una y otra vez en poner palos en las ruedas, buscando la autoprofecía cumplida.

            Son unos cínicos, unos hipócritas. Detienen a estas 18 personas en base a que todos somos ETA. Dicen que solo contemplan la derrota por las armas, y que esta está muy cerca, al tiempo que dicen que ETA convocó una manifestación con más de 100 mil personas. 100 mil, no 10, ni unos cientos, sino 100 mil. Mentiras, sobres y cintas de video. Aclarense. Pero no pueden, les entiendo, han alimentado el odio y ahora el odio les devora.

            Ustedes pierden, alimentan a la serpiente, a la verdadera, a esa que amenaza con ruido de sables la secesión catalana. Y es cierto, en este PP post-franquista seguro que no todos son nostálgicos del pasado, seguro que sí, y para ellos les recomiendo que recuerden al CEDA, y como les “pagaron” los servicios prestados. Son ustedes, los del PP, quienes ponen en bandeja al fascismo el camino a la barbarie.

            Para terminar no me puedo olvidar del PNV, Señores Jeltzales, I´m basque, decían el domingo, hoy siguen cual nobles de Braveheart valorando los réditos de seguir sumisos a Madrid. ¿Qué pedirán por su tibieza, por su silencio? ¿Más tierras, más dinero, más poder? Quizás se estén frotando ahora mismo las manos mientras almuerzan unas gulas con champán, soñando con que la ilegalización devuelva al ostracismo político a la única alternativa a su decadente modelo. Si me equivoco háganmelo saber, una buena forma de comunicarlo sería salir con firmeza a denunciar el comportamiento del Estado. Pero sino es así, pueden seguir tranquilos, no me defraudan, nunca he puesto un ápice de esperanza en ustedes.

            PD:. Os pido disculpas a todos y todas cuantos leáis este texto, alejado de mi forma habitual de escribir, desbrozado y con un punto de desesperanza, esa esperanza que ayer me robaron hombrecillos verdes escoltados por la policía cercana de nuevo estilo del PNV.

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