SIN SORPRESAS EN LAS
GAUNAS
Panem et
circenses, pan y circo para engañar al pueblo llano, para que mientras desfogan
en el campo se olviden de la política. Este ha sido el modelo más utilizado por
el poder para mantener la calma chicha. Sin embargo, este fin de semana se ha
confirmado como la vuelta de tuerca perfecta. Durante este fin de semana y las
semanas que lo precedieron hemos observado como “la política” se ha convertido
en el circo que adormece las conciencias. Cómo ese fugitivo que se escapa de la
policía quedándose en el lugar del crimen porque a nadie se le va a ocurrir buscar
en el sitio más obvio.
Este fin de
semana, en Vistalegre y la Caja Mágica hemos podido ver dos modelos antagónicos
en funcionamiento. En el segundo, vencedores y triunfadores se limitaban a
pasarse la mano por la espalda, intentando agradar al líder y su todopoderoso dedo
que al fin y a la postre es quien decide quien vive o quien desaparece. Cómo un
pelotón cruzando la estepa castellana, lo importante es saberse colocar en los
abanicos para no quedar cortado en una mala racha. No hay debate. Para qué. Qué
podrían debatir. Tienen la fórmula del éxito, y el Congreso no es sino el lugar
donde se decide cómo se reparte el botín.
En
Vistalegre, las hordas cainitas de la izquierda, la historia de siempre. Hay
que tomar el cielo por asalto, pero en los prolegómenos asaltémonos los unos a
los otros para dilucidar quién será el macho alfa que dirija a las hordas que
queden en pie. Añadamos a esto que los medios de comunicación están ansiosos de
esa carnaza para poder alabar la serenidad y calma de sus amados líderes del PP
y el PsoE y tenemos aliñada una ensalada que nos ha mantenido entretenidos
varias semanas.
Para quién
lo ha visto todo desde fuera, desde la barrera, esa es la impresión. Pueden
vestirlo con las sedas que más deseen, pero Vistalegre no pasará a la historia
como la quinta esencia de la reflexión política. Pero no se engañen, esto no es
una cuestión interna de Podemos, es una realidad de la política actual. Hoy,
con primarias o no, con Congresos o Asambleas, la política no la hacen los
mejores, sino los que saben colocarse en los abanicos.
Hoy en día
no hacen falta piolets, basta con tener al rostro mediático de tu parte, y si
quieres ascender sólo tienes que saber que sombra te cobija. Con ideas no
asaltarás ni tu comunidad de vecinos. Colocación y táctica. En eso se resume la
política, y ahí, quienes se mueven mejor, siempre han sido los mismos, los que
han controlado siempre el pan y el circo. Flaco favor nos hacemos perdiendo las
miradas a largo plazo. Flaco, muy flaco cuando la política se reduce a saber
buscar el árbol que te cobija. Pero esto es lo que tenemos, y quién esté libre
de pecado que tire la primera piedra, o no, que me van a acusar de radical y
terminaré en el TOP, mejor sigamos este camino de líderes y alguna, muy pocas,
lideresa, y al crítico que le den, que es un estorbo, lo arrasamos en la
siguiente asamblea.
Sinceramente me gustaban más los domingos en los que sólo
estaba pendiente de los resultados del furgol, aunque sólo fuera por la
esperanza de la quiniela.
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