1º
de mayo
¿Trabajadores
o proletarios?
Tal y como escribía en Facebook, ayer opté nuevamente por
quedarme en casa y no salir a ninguna de las manifestaciones programadas. Sí,
ya sé y reconozco que ésta es probablemente mi enésima incoherencia, pero qué
le voy a hacer, soy así.
Ayer fue el día de
las banderas, las siglas, los
lemas diversos, la reivindicación de "mi manada". No digo que ese día
no deba existir, digo que ese día no puede ser el 1 de mayo. Por la memoria de
los mártires de Chicago, de las costureras de Nueva York este día debería ser
el día de la Clase Trabajadora, o mejor Proletaria ya que el trabajo es una
utopía en el fallido estado español.
Ya no aspiro a que esta fecha sea un llamado a
la revolución social, supongo que me hago viejo, pero me conformaría con un
llamamiento unitario, no será que no existen razones suficientes como para no
ser capaces de encontrar un lema común.
Ya digo que no espero una pancarta en cabecera gritando "HACIA LA HUELGA GENERAL, INDEFINIDA Y REVOLUCIONARIA" hasta ahí me han hecho perder la ilusión que me conformaría con algo sencillo y básico "DIGNIDAD, PAN, JUSTICIA"
Ya digo que no espero una pancarta en cabecera gritando "HACIA LA HUELGA GENERAL, INDEFINIDA Y REVOLUCIONARIA" hasta ahí me han hecho perder la ilusión que me conformaría con algo sencillo y básico "DIGNIDAD, PAN, JUSTICIA"
Sin embargo, aún con todo lo
anterior, alguna reflexión y algún tipo de autocrítica deberíamos hacernos.
Porque, si es cierto que no podemos olvidar, por desgracia, a los que día sí y
día también traicionan a los trabajadores, no es menos cierto que esa realidad
no es nueva y que ya hemos pasado suficientes años como para poder hacer un
balance real de situación, y, a poco realistas que seamos, nos daremos cuenta
que este modelo no nos está llevando a una situación de fuerza. Estamos, a día
de hoy, lejos, muy lejos de la posibilidad de confrontar con el Sistema.
A todo lo anterior habría que añadir
que las “diferencias” irresolubles e insalvables no lo son tanto vistas desde
la distancia. Y es que ayer no había un abanico de reivindicaciones tan amplio.
“Por la defensa de nuestros derechos” y poco más. Pocos lemas por romper el
Sistema, por romper el modelo, por pasar a la ofensiva. Y es que si nos
parásemos a pensar, en lugar de indignarnos porque en las manifestaciones hayan
aparecido líderes políticos del PSE, de Ciudadanos o del PP, o que incluso este
último partido se haya permitido firmar un manifiesto en cuyo texto podemos
leer lemas coreados en las manifestaciones. En vez de indignarnos deberíamos
preguntarnos cómo es posible que estos líderes
burgueses se encuentren cómodos en estas manifestaciones. Qué estamos
haciendo mal para que no se sientan fuera de lugar.
No, hoy no me voy a extender mucho
más, basta con leer algunos post anteriores para explicar cuál es mi opinión al
respecto. No se trata sólo de flagelarnos, pero tampoco podemos quedarnos en la
autocomplacencia. Necesitamos un debate social, un verdadero debate, no sólo
unos procesos electorales periódicos, en los que enfrentar y confrontar modelos
y sistemas, y ahí, será donde el sindicalismo tendrá su prueba de fuego, si se
apuesta por una “defensa de Clase”, cambio de modelo incluido, o hablamos de
seguir incidiendo en el sindicalismo de bufete dónde el abogado tenga más importancia
que la Acción Sindical. Seguimos apostando por gestionar las Leyes que firma la
Clase Política, o ponemos todo en cuestión, incluida la falsa verdad de que el
trabajo es el que nos hace proletarios. Proletarios o Trabajadores, esa es la
primera cuestión que debemos abordar en un Estado con un 20% de paro, y con
cifras de exclusión social alarmantes.
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