miércoles, 11 de octubre de 2017

Puigdemont y un señor de Compostela

PUIGDEMONT Y UN SEÑOR DE COMPOSTELA

No suelo escribir dos días seguidos, pero no me puedo contener después de todo lo vivido ayer y lo que nos vendrá. Además, ésta es una forma como otra cualquiera de celebrar las más de 50.000 lecturas alcanzadas en este blog. Eskerrik asko, gracias, merçi, grazas.

Pues ayer, con una hora de retraso sobre el horario previsto llegó el pelotón catalán a la Meta que, por arte de magia y de un discurso brillante pero confuso, se convirtió en Meta Volante. Lo hecho, o no hecho, o hecho pero suspendido, o independencia en diferido, o lo que sea que pasó ayer ha servido sobre todo para que a la gente nos permita especular un poco. ¿Querrá decir algo el hecho de que justamente ayer Messi metiera un Hat trick con la albiceleste?

El primer efecto de la declaración de Puigdemont es que las CUP van a tener que arreglar la furgoneta que despeñaron antes de que empezara el mambo, porque parece que el Procés entra en una nueva fase… evolutiva, involutiva, vaya usted a saber, pero nueva. Aunque seguramente, a estas primeras horas de decepción, frustración y sentimiento de traición, le llegarán momentos de reflexión y de búsqueda y explotación de este nuevo escenario. Las CUP salen reforzadas de todo esto, termine como termine, salvo que termine como el Rosario de la Aurora que es lo que piden los “españoles de bien”.

La apuesta de abrir un plazo para el diálogo parece una buena táctica sobre el tapete, pero cabe recordar que previo a una batalla ambos generales planifican una táctica vencedora que se torna en derrota para uno de los contendientes. Se escucha así la petición internacional y de un sector no desdeñable de la sociedad española. Se prevé que el Estado seguirá con su plan antes establecido de oídos sordos y represión. Y con la suma de ambas, se logra un mayor reconocimiento internacional. Sin embargo, lo dije, lo digo y lo diré, si el reconocimiento que se busca es el de la UE, amiguitos, mucho me temo que ese nunca llegará. Francia y Alemania no se van a meter en un jardín que les pueda salpicar: Baviera, Corcega, Bretaña… etc. Habrá que esperar, el mundo no se restringe a la UE.

Por su parte España nunca falla. Sin cintura, está descolocada. Y mira que Rajoy lo tiene fácil, sólo tiene que ser él mismo, no hacer nada. Fumando esperar a que el nerviosismo se apodere del movimiento independentista. Invitar a Puigdemont a una, dos o cuantas reuniones sean necesarias para no decir nada pero justificar que intenta dialogar. Algo así a lo que hacen numerosas empresas ante una situación de huelga, esperar. Las CUP e incluso ERC se verían obligadas a meter mayor presión al PdeCAT y éste habrá que ver si la resiste.

Pero no, el Estado no parece dispuesto a esperar. Han alimentado a las bestias y éstas piden sangre, y si no se la dan puede que el primero en caer devorado sea Rajoy. Así que sí, todo apunta a que habrá respuesta contundente del Estado. Quizá más moderada de lo que tenían preparado, pero la habrá. España seguirá perdiendo credibilidad internacional, pero mientras no pierda el sol y la playa para los jubilados alemanes creo que a Europa le da igual. Es la frontera sur, y ahí, concertinas y Tarajales mediante, España es la Turquía de Occidente, no necesitan más.

De modo que toca esperar. Con el corazón en un puño. Con un puño bien cerrado. Con ganas de golpear. Pero toca esperar.


PD: Urkullu siente que la corbata de su cuello se ha aflojado un punto. Curiosamente la soga que atenaza a la libertad cada vez está más apretada.

PD2; Para despistadxs que no saben a qué me refiero con la furgoneta de las cup


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