155 EXCUSAS
“Quién quiere hacer
algo busca un medio, quien no quiere hacer busca excusas” Proverbio Árabe
Cuando ETA estaba en activo no éramos pocos los que
aseverábamos que su actividad lastraba las luchas sociales en Euskal Herria. Lo
decíamos convencidos y convencidas de nuestra afirmación. Entendíamos que la
violencia de ETA justificaba de alguna manera la violencia desmedida con que el
Estado (incluido su brazo autonómico) se empleaba para acallar las voces
críticas. Así, éramos capaces de culpar a ETA, a la Izquierda Abertzale y a
quien fuera necesario de que, mientras en Madrid, Asturies, o Canarias los altercados
en una Huelga General eran considerados algaradas callejeras, aquí te podían
suponer un buen “carro de años” en la cárcel. Hoy, peinando canas, sé que
estábamos equivocados, ETA era la excusa para que el Estado pudiera poner en
práctica su poder represivo, y era nuestra excusa, nuestra justificación ante
nuestro eterno fracaso a la hora de articular mayorías sociales.
Ahora que ETA ha abandonado la lucha armada Catalunya ha
tomado el relevo. Visto con la perspectiva de quien reconoce un pasado errado,
la posición que mantiene la progresía y buena parte de la izquierda estatal
roza el absurdo, lo disparatado. He llegado a leer a un ex líder de Izquierda
Unida decir que “Hoy (por el día de la proclamación de la República de
Catalunya) la III República Española está más lejos…” Como si antes de la
decisión del Parlament los soviets hispanos estuvieran en disposición de algo
más que de aceptar mariscadas con la CEOE.
Podría empezar a analizar la preclara incapacidad de esa
progresía de izquierda española para articular una alternativa al Partido
Popular y al Partido… a ese de Felipe Gonzáles y Cía, ¿pero para qué? Baste
decir que en los únicos lugares dónde dieron el “sorpasso” en las elecciones
estatales lo hicieron gracias a los votos de mucha gente de izquierda
nacionalista, sí, sí, votos de esa gente a la que hoy desprecian mientras se colocan
en el lado de los tanques y no al lado de las barricadas. Sin duda una decisión
más cómoda.
¿Qué alternativa puede suponer un Partido que usa las mismas
herramientas del Estado para controlar a su propia disidencia interna? ¿Qué
alternativa cuando ante una posición incómoda de sus “círculos cónicos” activan
su propio artículo 155?
Siempre lo he dicho, nunca me sentiré traicionado por la
derecha, es el enemigo, pero que Dios me libre de los amigos. Esos “amigos” que
hablan cómo siempre lo ha hecho el Imperio Yankee antes de una invasión, esos “amigos”
que, cual Bush, Clinton, Obama… etc, quieren restaurar, quieren llevar la
democracia a Catalunya. Sí, hoy, como decía Llamazares, España está más lejos
de una posible III República, pero lo está por culpa de la enésima traición de
esa pseudo izquierda intelectual que tiene que pedir permiso al poder hasta
para respirar. Dios me libre de los amigos y de volver a poner excusas.