¿ESTADO CIVIL?
CABREADO
Dice mi compañera que a veces piensa que mi estado
natural es mantenerme perennemente cabreado, y yo no puedo desdecirla. Creo que
tiene razón. Es despertarme por la mañana, tomar mi café, mi napolitana, leer
el periódico y sentir como el cabreo va apoderándose de mi ser de manera
irremediable. Tengo que leer el Marca para evitar estos ataques de furia
matinales, y así, tal vez llegue a presidente de algún reino norafricano o sudeuropeo.
Pero no lo hago, vaya usted a saber el motivo, o si es una patología propia del
animal, y es entonces cuando mi Bruce Banner particular se despierta.
El caso es que hoy empezaba mal la mañana, tos, dolor de
garganta y frío, y ha continuado mejorando cuando he visto las noticias. La
primera en la frente. Leo que hace un par de días el grandísimo hijo de su madre,
Salvador Sostres, pidió que se enseñe a los niños que “los empresarios pagan tu escuela y tu hospital” y concluyó “si no pagamos os morís de hambre”. Y
claro, así estamos, muertos de hambre, porque hace años que los empresarios no
pagan ni para construir escuelas y hospitales, ni para compensar los millones y
millones de dinero público que se inyectan para rescatar sus empresas y bancos.
Porque seamos sinceros, que de los más de 2000 millones de € recaudados en Araba
el impuesto de sociedades supongan apenas 180, no parece que justifique las
frases de este impresentable. Añadamos a esto otro dato, 1 de cada 3 € que se
deberían recaudar de las empresas se defrauda. No, miento, 1 de cada 3 €
SABEMOS que se defraudan, pero el fraude parece ser aún mayor y no tener
límite.
Sin embargo, tenéis razón, ¡qué oxtias hago leyendo y
escuchando a ese personajillo, vocero altisonante y mononeuronal! Así que
continúo leyendo el periódico y, venga, va, titular, Lanbide va a implantar la
huella digital para sus trabajadores/as, para los demandantes de empleo y,
sobre todo, para controlar a los demandantes de la RGI. O sea, que tiene razón
la Diputada Cristina González del PSE, no es que el PNV y el PSE hayan aceptado
el discurso racista y xenófobo de Maroto y el PP, es que han ido más allá,
criminalizando también a los parados y a los propios trabajadores de Lanbide. ¡Vamos
que nos vamos!
Y ya estoy suficientemente cabreado para encarar el día con
actitud positiva, brilla el sol, y cantan los pajaritos…
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