OASIS VASCO; De
MIGUEL
Hoy, 8 de enero de 2018, empieza el macro juicio del llamado “Caso De Miguel”. Un macro juicio en el
que se juzga a nada más ni nada menos que 26 personas, en el que ha sido catalogado como
el mayor juicio contra la corrupción en Euskadi. 8 años 8, han tenido que pasar
para que lleguemos a este punto. En este tiempo el Fútbol Club Barcelona ha
ganado 5 ligas y se han destapado otras 12 tramas corruptas en el Estado.
Rapidez, cómo cuando se detiene a alguien por escribir un tweet.
8 años en el que pocos se acuerdan de que va el tema. 8 años
que permiten decir al Partido al cual pertenecían los 26 acusados, que ya no
tienen relación con “esas personas de las que usted me habla”. Aunque sí
tuvieran relaciones con ellas mientras delinquían (presuntamente), y aunque el
delito se hiciera (presuntamente) gracias a esas relaciones con “el Partido”
siendo el Sr. De Miguel el número 2 del Partido en Araba. Así que el PNV sigue
y seguirá diciendo que es un Partido incorrupto como el brazo de Santa Teresa
que adornó el Pardo en tiempos del dictador.
8 años, 3 Diputados Generales y 2 Lehendakaris después, el
PNV, ese Partido al que ya no pertenecen los acusados, gobierna todas y cada
una de las principales instituciones de la CAPV. Un árbol con buen arraigo, del
que han salido algunos frutos podridos, dicen. Las manzanas, los 3%, esos de
Catalunya, de España, y también del Oasis. Demasiadas coincidencias para no
dudar de la pureza de las ramas y el tronco.
Pero no importa, nada importa, todo seguirá igual, es lo que
tenemos, es lo que queremos, así pasa elección tras elección, ni De Miguel, ni
Epsilon, ni Hiriko, ni sobrecostes del TAV, ni gasolineras, nada. Igual que no
afectan la Gürtell, Palma Arena, Pokémon, ERE, u otros en el Estado. Difiere el
ladrón, los robados son los mismos y siguen igual de contentos. Así que no me
demoro en análisis sesudos, ni críticas demoledoras, ¿para qué? Si queremos que
nos gobiernen ladrones, que marquen goles ladrones, que decidan nuestro futuro
ladrones, y llenamos las prisiones con quien roba una gallina, y consideramos
menos que lumpen a quien entra en un Mercadona con un carrito, quizás el camino
más rápido sea bajarse de este mundo que no es mío, lástima que seguramente las
paradas de este tren también las dirijan quienes me roban.
Lo dicho, hoy comienza el enésimo juicio contra la
corrupción, con la novedad de que éste se celebra en el tan cacareado Oasis
Vasco. Oasis con aguas tan corrompidas como en el resto, o tal vez más, pero,
¡ay! si Urkullu no hace de Puigdemont jamás sabremos si Pujol tenía un homónimo
en el Cantábrico.
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