MARGALLO; ESE GRAN
HI...MPRESENTABLE
Dice el
refranero popular que de todo se sale menos de la muerte, y hemos tenido que
esperar a este sábado, para, en un mitin del Partido Popular en el País Vasco,
enterarnos que no, que lo único que es irreversible en esta vida es la
fragmentación de És-paña. (Léase tal cual se escribe) Ha tenido que ser un
Ministro del Partido Popular quien defeque en la memoria de las víctimas, esas
que nunca tienen empacho en utilizar con fines políticos. Pero, ¿Quién si no?
Porque si esa misma frase la pronuncia el Señor Otegi imagínense las
consecuencias. Incluso si se me ocurriera a mí, seguramente, aun siendo un
nadie, el viaje al nuevo TOP estaría asegurado.
Dijo el
ínclito que un ataque terrorista se supera pero la división de És-paña es
irreversible. Así, sin empacho ni nada, y de un plumazo nos dio la razón a
todos cuantos hemos defendido que el problema para el Estado nunca fue el cómo
sino el qué. De paso mostró su catadura moral que se esconde en un inframundo
cercano a las cunetas. Y es que la cabra siempre tira al monte.
Cada 11 de
septiembre, y ante una nueva Diada, habla el Ministro de Exteriores (Reconociendo
sin querer su propia derrota) y nos deja alguna perla, aunque esta vez el dueño
del can debería recoger la mierda. No obstante, mucho me temo que simplemente
nos la tendremos que comer y habrá suficientes palmeros esperando su turno para
defenderle, incluso entre los defecados.
Si algo se
puede agradecer al Sr. Margallo ha sido la claridad de su declaración. No
importa sobre cuanta sangre tenga que cimentarse la Unión de su España, nunca
será suficiente. Desde hace siglos ese ha sido su lema, y así mandaban a pobres
y desarropados a morir a Filipinas o Cuba, porque És-paña ya era indivisible
entonces, aunque empezó a dividirse mucho antes. Orgullo patrio que ha sido
santo y seña de rojo pendón con querencias necrófilas, así Santiago cierra
És-paña y el Cid ganaba batallas siendo un cadáver.
Asco, mucho
asco, es lo que deberíamos sentir todas al saber que estos personajes nos
gobiernan. Personajes sin corazón ni sentimientos que son capaces de negar un
medicamento por razones económicas, y reírse de los muertos en pos de sus
objetivos, ya sean del Metro de Valencia, del Alvia en Santiago, o del 11-M en
Madrid. En el amor (a la patria) y en la guerra (contra todos) todo vale para
esta gentuza.
És-paña es
indivisible como un número primo, y primos, muchos, son los que hay en esa
És-paña que elección tras elección les vota y no los bota.
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