ARMAGEDON
El alba despuntaba frío y gris, cómo la mayoría de las
mañanas de aquel final de otoño. La humedad se colaba hasta los tuétanos por
las antiguas ventanas de mi despacho donde pasaba las noches desde que Stephany
me había abandonado. Encendí un cigarrillo mientras vaciaba los restos de una
botella de Johnny Walker en una taza y después terminaba de rellenarla con el
café frío del día anterior. “El desayuno de los campeones” pensé, y media
sonrisa asomó en mi rostro al tiempo que miraba a la calle desde mi ventana. La
calle era un erial a esas horas, tan solo un barrendero recorría con su escobón
el desierto humedecido por el sirimiri matutino. De la degustación de la
esquina, con los cristales empañados y la decoración navideña iluminando el interior,
salía una fina cortina de vapor con la que se escapaba el calor. Todo normal,
un día normal, sin embargo yo tenía un mal presagio. ¿Sería la calma que
precede a la tormenta?
Salí
al rellano a recoger el periódico mientras me ponía los pantalones, y entonces,
en el instante en que me senté en el despacho dispuesto a leer el periódico, de
pronto lo vi todo claro;
-Europa reconoce al Estado Palestino
-Guerra financiera contra Rusia
-Hamás ya no es considerado grupo terrorista por la UE
-USA establece relaciones con Cuba y reconoce la
ineficacia del bloqueo.
-El Vaticano permite que se juzgue a curas por
pederastas
-El PP sigue gobernando en Españistan a pesar de su
ineptitud
-Dimite Torres Dulce
-Un Jefe antidrogas es detenido por tráfico de
estupefacientes.
-Detienen a un antidisturbios muy borracho (por su
mala conciencia, seguro) y que condujo en dirección contraria durante 15 km...
Todas
esas pruebas me tenían descolocado y nervioso, algo gordo se estaba cociendo y
no era capaz de averiguar que era. Me sentía frustrado. ¿Estaba perdiendo mi
olfato como investigador privado? ¿La coca que había destrozado mi tabique y
había sido mi sustento investigador me había abandonado? Pero entonces lo vi
claro, estaba allí, en la portada de aquel periódico, había encontrado la clave
de bóveda, ya podía unir los puntos y todo quedaba claro.
-EMPRESARIO ARRUINADO ATACA CON SU COCHE LA SEDE DEL
PP EN GENOVA
En
silencio me recosté sobre mi raído sillón, aspiré una fuerte calada a mi
cigarrillo y di un trago a mi café... El apocalipsis. La verdad es que llegaba
en buen momento, la vida estaba siendo un poco monótona ultimamente....
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