TERRAPLANISTAS
Se comenta
que un grupo de terraplanistas pretenden alquilar/comprar/botar un barco para
alcanzar el gran muro de hielo que circunscribe este platillo de lentejas que
dicen es la Tierra. Las chanzas de quienes aseguran científicamente y con vehemencia
que la tierra es un gran balón, como atestigua el gusto humano por las pelotas
de toda índole, no se han hecho esperar.
¿Que quién
tienen razón? Pues hombre, yo se lo dejo
a usted, elija, a mi sinceramente me da igual. Si giramos, o no giramos, si nos
volteamos o no, me da igual. Preferiría, por aquello del romanticismo, pensar
que hubiera un hombre sosteniendo el orbe, pero bueno, será que en la calle
llueve y las gotas golpean mis cristales.
Y sí, me da
igual, que no significa que no confíe en la ciencia, al contrario, pero no le
veo la influencia de que la Tierra sea plana o esférica tiene en que el
fascismo siga creciendo, en que las crisis económicas se solapen, en que
recorten mis derechos… etc. Lo que sí deja claro el terraplanismo es la
capacidad humana para creer en seres mitológicos, invisibles e imaginarios de
los que no hay, ni habrá pruebas, y no creemos, o no queremos creer cuando nos
ponen las pruebas delante de los ojos. ¿Dónde está la crisis? ¡Que yo la vea! Pero
no me toque usted a los Reyes Magos, ni coloque un diablillo en el acueducto
segoviano.
Y nada, que
con estos mimbres hay que hacer un cesto. Cuéntenme ustedes milongas, o mejor cántenmelas,
sobre hacer pedagogía con no sé quién. Háblenme de la necesidad de razonar, de
argumentar, y por cada argumento que ustedes me den yo les leo un pasaje de la
Biblia o el Corán y les recuerdo la cifra de personas que creen en ello. Sí,
hoy llueve, y aunque la ciencia dice que no tiene relación, yo estoy
melancólico y de bajón.
Dicho todo
lo anterior a mí me gustaría que la tierra fuera plana, y que el sol fuera una
farola, para soñar con romperla de una pedrá. Observar la mano que cambia la
bombilla. Saberme en un Show de Truman mundial, y disfrutar sin
responsabilidad. Qué paz, qué tranquilidad pensar que está en otras manos la
decisión, sea Dios o un Caudillo, yo callar y acatar. Contra eso quítenme la
ciencia y la razón, yo solo quiero cantar Gol. Y ya está, un desahogo más.
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