UN MUNDO REPLETO DE IDIOTAS
Será
que este invierno está siendo muy largo. Será que las lluvias constantes están
ablandando mi sesera, o quizás, simplemente sea que mi cerebro no da para más.
Lo cierto es que después de disfrutar de cinco días de vacaciones por tierras
algarvienses, desconectándome de la realidad, la reincorporación a la rutina ha
sido un varapalo de tal magnitud que ni la escala
Richter tiene capacidad para medir, tal ha sido el movimiento sufrido por
mis pensamientos.
En
un mundo repleto de idiotas (Idiota proviene del griego idiotes) que se refería a aquella persona
que no se ocupaba de los asuntos públicos y tan solo se dedicaba a los suyos
propios) sorprenden las críticas a los políticos profesionales. Y no, no me
sorprenden por falta de razón en sus razonamientos, sobre los cuales comparto
buena parte. La política está devaluada, no hay duda. Una gran parte de los
políticos están corrompidos, o al menos de aquellos con amplio poder decisorio,
sólo hay que leer la prensa diaria; Barcenas, Gurtel...etc. innegable. Este
sistema “timocrático” bipartidista no
nos representa, y no gobierna en nuestro nombre sino al albur de los poderes
económicos, por supuesto. Y así, enumerando las decenas de motivos que tenemos
para rebelarnos, podría continuar durante horas.
Sin
embargo, en todo lo anterior a mi me faltan amarres. Me faltan sujeciones a un
discurso que define los síntomas pero olvida buscar y combatir la enfermedad,
quizás por que somos conscientes que en todos nosotros vive el virus que la
provoca, la indiferencia.
Soy
consciente de que en otro blog anterior ya escribí sobre el tema, pero ello no
hace sino reafirmarme en la necesidad de un debate amplio en la sociedad. ¿La
desaparición de los políticos sería el fin de los males que les achacamos? No.
Una aspirina puede bajarnos la fiebre, pero no elimina la infección. La
enfermedad es mucho más grave. Los políticos profesionales han secuestrado
nuestro poder por que nosotros se lo entregamos en bandeja. El autogobierno, la
libertad social requiere grandes dosis de responsabilidad y en estos tiempos la
responsabilidad individual en beneficio del colectivo está desahuciada.
Como
champiñones en otoño y primavera nacen movimientos contestatarios para
denunciar que no nos representan quienes nos gobiernan, sin embargo, son muchos
más escasos los grupos que presentan una alternativa. Al contrario, la evitan
por que ello supone adscribirse a una determinada ideología, o peor, crear una
nueva. El peor ejemplo de esto que afirmo es el último video de la PAH que
circula por las redes sociales para responder al Gobierno ante la acusación de
connivencia con grupos terroristas. En el video, la PAH hace un constante
alegato de su posición apolítica, sin ideologías de ningún tipo, y haciendo un
guiño constante a los votantes del PP, como si posicionarse contra los
desahucios y a favor de la vivienda como derecho fundamental no fuese un
posicionamiento político, y de izquierdas para más señas.
A
las cosas hay que llamarlas por su nombre; la democracia española es un fraude,
luchar por un derecho es hacer política, y quedarse callado, sentado en casa
viendo el futbol sin implicarnos en la sociedad es ser un IDIOTA. Y si se
sienten ofendidos disculpenme, y echen la culpa a la lluvia incesante de un
invierno infinito.
PD.
Hoy ha muerto Jose Luis Sampedro, que la tierra te sea leve compañero. Un
verdadero político que simplemente se limitó a vivir, y no a dejar pasar la
vida.
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