DISUELVANSE Y ENTREGUEN SUS PENES
No es
que yo sea un defensor a ultranza de ese virus llamado humanidad, no, más bien
al contrario han sido muchas las ocasiones en las que ha venido a mi mente esta
alegre tonadilla; https://www.youtube.com/watch?v=xQCIU9Kp3Vc Muchas han sido las veces en las que me he sentido fuera de lugar, como una
pieza de un puzle mal troquelada. No creo en el Sistema-mundo que me ha tocado
vivir, no creo en el Capitalismo, ni en el Desarrollismo. Siempre, al menos
desde que tengo uso de razón, he dudado de una vida en la que yo no decido lo
que es importante para mi. Y ahora, con algo más de cuarenta, me doy cuenta de
que no solo no encajo, sino que me repugna profundamente tener que esforzarme
por encajar. Pero el colmo llega cuando uno se da cuenta que no solo te asquea
lo que te rodea sino que uno mismo es parte de esa arcada, que uno mismo es
parte de esa masa perpetuadora de este malnacido Sistema-mundo.
Soy
un privilegiado, hastiado, quemado y algo protestón, sí, pero privilegiado al
fin y al cabo. Soy parte de esa sociedad civil que jamás se alistará en las
Juventudes Hitlerianas, pero que sin embargo tampoco hace lo suficiente para
derrocar a este régimen de terror. Desde estas líneas entono el mea culpa. Un
genocidio acallado, cruel y sanguinario ejercido contra el 50% de la población.
Un genocidio contra el que escribimos grandes discursos, grandes palabras,
mientras lo alimentamos, mientras entregamos más virginales sacrificios a la
bestia, porque no queremos bajarnos del pedestal. Porque se vive bien en el
privilegio, aunque ese privilegio también nos cueste sacrificios, aparentar,
ser, o esforzarnos en ser.
Estoy
harto de la hipocresía, de la condena de baja intensidad, de enmascarar las
causas, de silenciar la verdad. Ahora por fin, tarde, viejo, nevada la cabeza y
con tripa, soy plenamente consciente de que Patriarcado no es una palabra
hueca, es una realidad y como tal, sus efectos son reales. Soy consciente de
que no hablamos de Violencia Familiar, ni de Violencia de Género, ni siquiera
de Violencia Machista, hablamos de Terrorismo, de aplicar el terror para
someter, de eliminar, de ningunear, de pisotear, de discriminar. Y es verdad,
algo ha cambiado. Ahora somos más los que entendemos esta canción; https://www.youtube.com/watch?v=98lIXH9eWBQ
pero la realidad nos sigue señalando, golpeando. Casi 800 asesinatos en el
Reino de España en la última década, y las respuestas son tibias, escasas,
insuficientes. No hablemos de la violencia física no mortal, de la psicológica,
de la verbal. No hablemos de discriminación, de doble moral, de opresión. No
hablemos, para qué.
Lamento
que este texto no de soluciones, ni sea positivo, ni alegre, ni rezume tan solo
una pizca de ironía, lo lamento, pero no tengo ganas, estoy cansado, me siento
cansado. Cinco asesinatos en menos de 48 horas me dejan así. ¿Te imaginas que
esto hubiera sido obra de un grupo armado? Mañana ABC, La Razón, El Correo y
todos los voceros del Régimen abrirían portadas con el tema. Crespones negros,
llantos, visita del Monarca, del Presidente, altas indemnizaciones a las
víctimas, lugares de la memoria. Sin embargo han sido solo cinco mujeres
asesinadas por otros tantos hombres, algo habrán hecho, no es mi
responsabilidad, yo no le levanto la mano a MI pareja, yo soy un buen tipo, en
el próximo Pleno condenaré los hechos y mientras votaré a favor de una reforma
del Aborto que ahonda en la idea de la necesidad de tutela hacia las mujeres,
de su incapacidad, de su maldad. Como buen “progre” me sentiré orgulloso de
considerar a las compañeras de Partido mis iguales, mientras dejo sus
reivindicaciones en segundo plano, porque lo urgente son otras cosas, la
economía, el TAV, la revolución. Pero esta noche, ahora mismo, mientras
escribo, soy consciente de que miles de infiernos están abiertos de par en par
y yo soy culpable, las mayorías silenciosas somos culpables y lo siento. Para
las asesinadas silencio. La rueda sigue girando y aquí no hay proceso de paz,
ni desarme, ni disolución. Es el Sistema, todo funciona.
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