HOY ES AYER (Como todos los días)
Phil
Connors cada 2 de febrero contando la misma historia sobre “el día de la
marmota” se convirtió en toda una película de culto en el mundo de la comedia.
Un día repetido hasta la saciedad que permite al protagonista ir modificando
una y otra vez su comportamiento, hasta que el resultado final es el buscado
por los guionistas, romance mediante.
Reconozco
que “Atrapado en el tiempo” no es una de mis películas favoritas, prefiero sin
dudarlo “La vida de Brian” o “El gran Lebowski”, sin embargo, en las últimas
fechas he de admitir que voy y vuelvo una y otra vez a esa película. Sin
embargo, al contrario de lo que suele ocurrir cuando una persona se involucra y
se sumerge en una película o novela, en esta ocasión no me reconozco en el
protagonista, más bien soy un figurante de los cientos que contratan para las
filmaciones, alguien a quien le dicen que debe hacer en cada momento, y en este
caso en una perpetua foto fija, attrezzo para la historia.
En
nuestro eterno día de la marmota, Phil Connors son todos aquellos que dirigen
nuestras vidas. Una y otra vez nos abocan al fracaso, una y otra vez nos llevan
hasta el despeñadero, nos colocan al borde del abismo, y cuando el día parece
terminar, cuando Los Nadie toman conciencia de su existencia, cuando los
figurantes se rebelan, discuten y protestan, entonces vuelve a amanecer y la
oligarquía resetea y perfecciona su estrategia.
Vivimos
en bucle constante, crisis cíclicas del Capitalismo lo llamó Marx, periodos de
crecimiento seguidos por valles, hundimientos, o simas en función del nivel de
crecimiento anterior. Y en una de esas simas nos hallamos. Nos aprietan, nos
esclavizan, nos roban, y de un tiempo a esta parte las fotos salen en color
sepia. El futuro es ayer, nos venden en los medios de comunicación. No
contentos con esclavizarnos laboral y económicamente, el Sistema aprieta (¿pero
no ahoga?). Son conscientes del riesgo. Saben, por experiencias anteriores, que
los figurantes empiezan a despertar. Sudamérica aviva la llama del nuevo
Socialismo del siglo XXI. Los pueblos se indignan, las izquierdas se mueven, y
ellos contraatacan. Ucrania, Siria, Venezuela... no pierden el tiempo, preparan
el amanecer, Su amanecer.
Aquí,
cerca, en el Reino de España las fotos sepias nos retrotraen también al Palio,
al ruido de sables y al totalitarismo, ese del que nunca nos hemos sacudido.
Ley a Ley, decisión a decisión, las aguilas se desprenden de la indumentaria de
gaviota. Los mismos gobernando desde Isabel y Fernando. Los mismos conflictos
enquistados, Catalunya, Galiza, Euskal Herria, pobreza, desigualdad, Iglesia e
inquisición, y la misma solución, represión, insulto, incapacidad y amenazas.
El
día se termina, anochece rápidamente, millones de fueguitos, de barricadas
iluminan las últimas horas con promesa de continuidad, de un nuevo amanecer, la
cuestión es si despertaremos nuevamente en 2 de Febrero, o, por el contrario
San Blas nos dará la bienvenida. Eso solo está en nuestra manos, en las manos
de quienes queremos cambiar algo, de quienes, conscientes de no ser más que
meros figurantes, entendemos que en nuestra ausencia la película estaría hueca,
como un fondo verde, un croma constante.
No
podemos tener miedo a las cenizas, vivimos entre ruinas constantemente. Nuestro
objetivo debe ser construir un nuevo día, no revivir un viejo amanecer, y para
eso tenemos que desprendernos del miedo. Iniciar un nuevo camino es complejo,
nos obliga a abandonar nuestros espacios de confort, sin embargo, solo los
nuevos caminos nos llevarán a nuevos destinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario