EPPUR SI MUOVE (y sin embargo se
mueve)
La
actualidad diaria me lleva a la desazón casi continua. Vivimos inmersos en una
crisis sistémica que amenaza con llevarse por delante los logros de siglos de
resistencia y lucha de las clases populares frente a los poderosos. Nuestros
derechos son recortados en beneficio del Capital. Los mal llamados gobernantes
se pliegan a los designios de la dictadura bancaria y económica. La industria,
las fábricas no producen en beneficio de la sociedad, si es que alguna vez lo
hicieron. Son los mercados quienes gobiernan todos y cada uno de los pasos
errantes de esta maltrecha humanidad.
España,
ese país de pandereta, anclado en el medievo, con una monarquía impuesta por
los asesinos del 36, reproduce los tiempos previos a la dictadura de Primo de
Rivera. Monarquía Parlamentaria con bipartidismo alternante. Paro, desafección
social, pobreza y oligarquía, se conjugan en un cóctel explosivo de gran
volatilidad. Y al igual que entonces, las marionetas gobernantes obvian al pueblo
para contentar a quienes poseen el poder y el Capital. Hasta nos meten en
guerras absurdas. Si entonces era Marruecos, ahora son Afganistán, Malí, y
quien sabe si no seguirá Irán.
También,
al igual que entonces, los pueblos vasco y catalán claman por su derecho a
decidir, y en Andalucía los jornaleros de Jaén reencarnados en Sanchez Gordillo
y su SAT nacen con puños levantados haciendo frente a la resignación y a un
futuro negro como el carbón asturiano. Pero la realidad mayoritaria marcha por
otro lado, por esas “mayorías silenciosas” que proclama el Gobierno del Partido
Popular. Esas mayorías que a día de hoy parecen no ver más allá de lo que su
equipo de las gaviotas dice y ordena. Y es duro asumirlo, y habrá quién me
reproche que no quiero ver la realidad, que día a día más gente sale a la calle
a manifestarse, que hay cada día mayor poso de indignación. Y no les quito
razón, cada día somos más los que clamamos por las barricadas, pero partimos de
muy abajo, y ellos están muy arriba.
Decía
que todavía hay una gran masa social que no ve, que no quiere ver, o que
simplemente le gusta vivir en la ignorancia, que sostiene al Sistema. Y ahí
radica el problema, por que el problema no son solo los gobernantes actuales,
es todo este Sistema putrefacto llamado Capitalismo y con él, todos los
procesos de dominación, desde el hetero-patriarcado, hasta el consumismo,
pasando por el racismo y tantos otros. Desalojar al PP del Gobierno no solucionará nada, por que
quienes gobiernen, sean el PSOE en Madrid, el PNV en Euskadi, o CiU en
Catalunya, no van a atacar el problema de raíz, por que ellos son también parte
del problema. La solución, la única solución pasa por lograr una ciudadanía
concienciada en el camino de la emancipación. Soberanía para el pueblo. Gobierno
del pueblo. DE-MO-CRA-CIA.
Pero
no todo son negros nubarrones. En medio de la tormenta aparecen pequeños rayos
de esperanza. Como si de un guión de Rocky se tratara, cuando el púgil, la
sociedad, parece deambular grogui por el cuadrilátero, y los puñetazos de
Apollo Creed son más salvajes y brutales, es en ese momento, cuando cada
suicidio se nos clava a todas en el alma, el momento justo en el que como
Galileo nos toca decir; “y sin embargo se mueve”. El trabajo bestial de miles
de personas dentro de la PAH, su respuesta social, el millón y medio de firmas
recogidas en una Iniciativa Legislativa Popular, pero sobre todo, su respuesta
contundente en la calle, día a día, está escribiendo una bonita página en el
orgullo colectivo y de clase. Hoy, 12 de febrero de 2013 el pueblo ha ganado
una batalla, una pequeña batalla que sin embargo puede ser el inicio de un
punto de inflexión. Hoy hemos visto un pequeño rayo de luz, no esperemos a que
desaparezca, ¡¡abramos las ventanas de par en par!!